Estatal

Belleza poética Jesús y la sublime palabra

Por martes 31 de marzo de 2015 Sin Comentarios
“Mil gracias derramando
pasó por estos sotos con presura
y yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dejó de hermosura”.
 SAN JUAN DE LA CRUZ “Cántico Espiritual”

 

Por: José Carlos Ibarra

Agnósticos, iconoclastas y escépticos, han negado la existencia histórica de Jesús, y otros como Ernesto Renán, si la reconocen mas no su divinidad, y en su obra “Vida de Jesús”, dice: “Entonces vivió una persona superior, que, por su iniciativa osada y por el amor que supo inspirar, creó el objeto y fijó el punto de partida de la fe futura de la humanidad.”

Independientemente de los cuatro evangelios, cuya autenticidad no está en tela de duda, hay otros testimonios, como las cartas de Pilatos al emperador Tiberio, en las que da cuenta de la situación en Judea, así como de algunos hechos en los que intervino, como Procurador de aquella provincia romana, y en que habla de la crucifixión de Jesús.

El historiador judío Flavio Josefo, en su libro “Antigüedades”, escribe: “En aquel tiempo vivió Jesús, hombre sabio, si se puede llamar hombre; obró cosas maravillosas y fue el maestro de los que con júbilo recibieron la verdad; atrájose, además, muchos judíos como también numerosos extranjeros de los países griegos. Este fue el Cristo. Después que, bajo la acusación de los hombres entre nosotros más influyentes.

Pilatos lo condeno a morir en la cruz, sus secuaces no lo abandonaron. Se les apareció resucitado al tercer día, habiendo los divinos profetas vaticinado de él este y otros milagros. Hasta ahora la gente cristiana no se ha extinguido”.

Por su parte Tácito, en su famosa obra “Anales”, consigna lo siguiente: “Para acallar aquel rumor (el suscitado por el incendio de Roma) Nerón inculpó y castigo con las penas más refinadas a los que aborrecidos sin fundamento, se llamaban cristianos; el autor de este nombre fue Cristo, el cual bajo el gobierno de Tiberio, fue condenado a muerte por el procurador Poncio Pilatos”.

Ahora bien, ni Demóstenes, Pericles o Cicerón, en suma, los más elocuentes exponentes de la oratoria universal, de todos los tiempos, han logrado igualar, la belleza poética de la palabra de Jesús, la energía y luminosidad del lenguaje evangélico, la Buena Nueva o evangelio de los pobres, y que a dos mil años de distancia, los creyentes mantienen viva la fe y esperanza, en las enseñanzas y promesas del Maestro.

Grandes espíritus como Gandhi, han encontrado en el “Sermón de la Montaña”, una guía que han tomado para sí, como norma de sus actos, y el Alma Grande lo manifiesta así: “Fue el Nuevo Testamento lo que verdaderamente me alertó sobre el uso correcto y valor de la resistencia pasiva. Cuando leí en el Sermón de la Montaña pasajes como: “No resistáis al mal; antes a cualquiera que te hiriere en la mejilla diestra, vuélvele también la otra”. Estaba simplemente feliz y encontré mi propia opinión confirmada donde menos lo esperaba.

Pero hay muchas más vibrantes expresiones, en que la belleza poética de la palabra de Jesús, penetra en lo más profundo del espíritu, y cito las siguientes:

“He aquí que os envío como ovejas en medio de lobos. Sed pues, cautos como la serpiente y cándidos como las palomas”.

“Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni guardan alimentos en los graneros, y sin embargo el Padre del cielo, el Padre de ustedes, las alimenta. ¿No valen ustedes más que las aves?”.

“¿Y por qué se preocupan tanto por el vestido? Miren como crecen los lirios del campo, no trabajan ni hilan. Pero yo les digo que ni Salomón, con toda su gloria, pudo vestir como uno de ellos”.

 

* Periodista y escritor sinaloense

Artículos relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.