Nacional

Las palabras que llegaron con el frío

Por domingo 15 de enero de 2012 Sin Comentarios

Por Juan Diego González*

Memoria del Noveno Encuentro Internacional de Escritores. “Bajo el Asedio de los Signos 2011”.
Ciudad Obregón, Sonora, México

Aquellos que cuidaron a sus hijos en la madrugada, cuando el primer llanto de las tres te despierta y a calentar el agua para preparar el biberón, revisar el pañal, sacudir la sabanita en busca de una alacrán inexistente, darle palmaditas en la espaldita y arrullarlo hasta que su respiración sea tan pacífica como las nubes del cielo… ustedes entenderán mejor la emoción que sentí al tocar el libro de la Memoria del Noveno Encuentro Internacional de Escritores “Bajo el asedio de los signos 2011”.

Si recuerdan, el Encuentro se realizó los últimos días de octubre. Sin embargo por razones extrañas y misteriosas, la imprenta no tuvo a tiempo la memoria. Es decir, nos llegó con retraso. Eso sí, con una muy atractiva presentación. Antes de enviarla al trabajo de impresión final, fueron unas semanas de intenso trabajo entre Mara Romero, Vicepresidenta de Escritores de Cajeme A.C. (ECAC) y quien escribe. Seleccionar textos, acomodar a los autores, reducir páginas, revisar el currículo, los errores de dedo, reconocer el estilo de cada quien para respetar su propuesta.

Sobre todo esto último fue harto complejo y complicado. Por ejemplo, algunos poetas no usan el punto y aparte. Otros prefieren usar sólo minúsculas incluso en nombres propios; también juegan con los espacios de la página, cuelgan letras o palabras; quiebran los versos a su propio ritmo. Se trataba de entender su propuesta y dejarla lista para que no movieran nada en la impresión final. Horas de madrugada, como cuidar a mis hijos de bebés, robarle el sueño al lucero de la mañana.

Y ni modo de cafesearme porque no me hace efecto la cafeína, por más cargada que ponga la taza. Intenso, desgastante, agotador en ciertos momentos… pero cuando tuve en mis manos la memoria, sonreí y mucho. Fue un placer ineludible, único. Abrí el libro y lo olí, respiré profundo entre sus páginas como cuando respiraba sobre la piel recién bañada de mis hijos, bichitos y frescos, sin talco ni crema para las rozaduras, porque entendí, con ese pedacito de mí entre las manos, que Dios no se equivocó al crearnos, casi perfectos, poquito inferiores a los ángeles.

Esta memoria, la cuarta por cierto, son las palabras que llegaron con el frío, una excelente forma de despedir el 2011 y recibir el 2012, con ánimo, con ganas de hacer que las cosas mejoren para nuestro México, tan necesitado de poesía, de arte, de cultura, de música, de todo aquello que signifique un camino para sensibilizar a las personas y abrir espacios en su espíritu, más allá de los días terribles, casi interminables de nuestra época.

Como encargado por parte de ECAC de cuidar esta edición, redacté la presentación, a manera de liminar. Retomo unos párrafos para realzar la importancia de este libro, porque una antología (eso es al final) que reúne tan diversa obra de los autores hispanoamericanos contemporáneos no se hace todos los años:

“El 9º Encuentro Internacional Bajo el Asedio de los Signos, desde Cajeme, Sonora se ha vuelto una puerta que nos permite el paso libre al mundo de la literatura plenamente viva, en movimiento constante, en evolución y reposo, porque reúne a los dedicados al oficio de escribir, con el fin de compartir, nuestra forma de ver y vivir las letras que se adhieren a las páginas en blanco.”

“Más, mucho más que un encuentro de amigos, es el Encuentro de maneras de sentir y trabajar con la palabra. De una palabra que se vuelve signo y un signo que cobra voz en cada lector.”

En el libro se puede disfrutar la lectura de autores como Emilio Coco (Italia), Juan Carlos de Sancho (Islas Canarias) Diana Espinal (Honduras), Paolo Freire (Chile) y de México, Juan Manz, Eduardo Antonio Parra, José Ángel Leyva, Luis Armenta Malpica, Alain Saint Martín, Fidelia Caballero, Mara Romero, Silvia Rousseau, Federico Corral Vallejo, Mario Alonso Navarro, Bruno Ríos, Carlo Sánchez, Abdul Machi Jorge Luis Herrera y muchos más. Por supuesto colaboradores de La Voz del Norte, como mis amigos Mikki Áviles y Frank Meza.

Por lo pronto, me pondré en contacto con el editor de nuestro periódico, Juan Salvador Áviles para hacerle llegar algunas memorias y así, estén disponibles para los lectores de Mocorito. Quizá hasta sea posible, entrando el año presentarla allá en la “Atenas de Sinaloa”. Aquí en Obregón ya se hizo y luego se hará lo propio en Hermosillo.

Termino mi colaboración con las palabras del poeta Juan Manz, iniciador de todo este movimiento literario en el sur de Sonora, que vienen en la contraportada del libro: “En esta memoria plural en la que conviven los poemas y las narraciones de autores tan disímbolos como las geografías que los vieron nacer, o que los han adoptado –sin condición alguna- como propios. Aquí y ahora, nuestros objetivos siguen siendo los mismos de siempre, reunirnos para conocernos y compartir nuestra obra: festejar como cualquier humano festeja el advenimiento de aires nuevos en la atmósfera contemporánea de nuestras letras”.

*Docente y escritor sonorense.

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