Estatal

Medicamentos que matan y crimen organizado.

Por miércoles 30 de septiembre de 2015 Sin Comentarios

Que no te compren por menos de nada, que no te vendan amor sin espinas, que no te duerman con
cuentas de hadas, que no te cierren el bar de la esquina. (Noches de boda, Joaquín Sabina)

Por: Carlos Varela Nájera

Medicamentos que matan y crimen organizado es el título de un libro que escribe Peter C. Gotzsche, y el interesante subtítulo: como las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud, este autor es doctor en medicina y trabajó en los departamentos de ensayos clínicos y regulación de medicamentos para algunas empresas farmacéuticas, posteriormente se volvió un crítico acérrimo de estas empresas que jamás les ha importado la salud sino la ganancia económica. Si bien, todo sujeto necesita cuidado, y por lo tanto sistemas de salud que garanticen su calidad de vida, culturalmente se ha recurrido a toda suerte de encantamientos, magias, brujerías, sobadores, terapeutas de la nueva era, hipnotizadores charlatanes y demás yerbas, y aun la propia medicina para conservar un estado saludable. Lo que relata el autor es el arribo de la infamia, en la cual denuncia prácticas reiteradas de la Industria farmacéutica como son: extorsión, ocultamiento de información, fraude sistemático, malversación de fondos, violación de las leyes, obstrucción de la justicia, obstrucciones en la aplicación de la ley, falsificación de testimonios, compra de profesionales sanitarios, manipulación y distorsión de los resultados de la investigación, alienación del pensamiento médico y la práctica de la medicina divulgación de falsos mitos en los medios de comunicación, sobornos de políticos y funcionarios, y corrupción de la administración del Estado y del sistema de salud. El resultado centenares de miles de muertes cada año atribuibles a los efectos adversos de los medicamentos que no era necesario tomar y el despilfarro de recursos públicos. La importancia de la medicina es innegable, la crítica va dirigida al lobby que se apropia de la salud y que hace de ella el negocio como son las empresas farmacéuticas. Gotzsche afirma que la industria farmacéutica es el tercer sector de la economía mundial por detrás del armamento y el narcotráfico. Mencionando que en los Estados Unidos la industria farmacéutica tiene beneficios cuatro veces más elevados que los demás sectores industriales donde sus directivos cobran sueldos obscenos y no son responsables de nada que tenga que ver con la salud. Incluso el doctor Peter llega a decir que la industria farmacéutica exagera de forma generalizada los supuestos efectos beneficiosos de sus medicamentos, ante los reguladores y ante los profesionales médicos. Para ello comete fraude en el diseño, en el análisis, interpretación y la presentación de los resultados de los ensayos clínicos, compra y corrompe el contenido de las revistas médicas. Oculta o minimizar la incidencia y la gravedad de los efectos indeseados de los fármacos. Mientras su patente está vigente, promueve el uso de sus medicamentos en indicaciones que, por falta de pruebas, no están autorizadas. Gotzsche (2015:21) hace una suerte de mea culpa al mencionar las prácticas desleales donde él participó, sin embargo denuncia que, existen cientos de informes y artículos científicos, y también varios libros, en los que se habla de los diversos métodos empleados por las empresas farmacéuticas para pervertir los procesos científicos, esta afirmación es consistente con otro libro llamado Medicamentos que matan y que sigue esta misma línea de argumentación del texto que hoy comentamos. Los medicamentos son la tercera causa de muerte, después de las cardiopatías y el cáncer, fueron las industrias farmacéuticas y tabacaleras, según el autor que afirmaron que el tabaco no hacia daño para ello compran periodistas que mencionan algunas investigaciones científicas que afirman que la nicotina no hace daño aunque sabemos los efectos nocivos para la salud pero estos periodistas mercenarios, según Gotzsche producen la duda y esto distrae a los consumidores. Así como los protagonistas de la novela Un mundo feliz, de Aldous Huxley, publicada en 1932 podían tomar a diario pastillas de la felicidad para tener el control sobre sus vidas y solucionar sus problemas. Pues bien los anuncios televisivos en todo el mundo instan a los espectadores a hacer exactamente lo mismo para ello toman actores o personas que tienen una función pública comunicadores, o bien médicos incitando a dormir con tal fármaco, o consumir tal píldora para ser felices. Es claro para Gotzsche que los médicos suelen ponerse hechos una furia cuando se les dice que su medicamento ha causado algún daño a sus pacientes y estos acaban aceptando que se hace de buena fe, menciona el galeno que la muerte por asma se debía a los inhaladores para el asma es decir la iatrogenia que habita todo medicamento y que amenaza pulsionalmente al sujeto. De ese modo compara a la industria farmacéutica con los carteles de la droga, lo único que lo diferencia es lo permitido y el fuera de la ley.

* Licenciado en Psicología y Doctor en Educación,
Profesor e Investigador.

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