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Dollus el obscuro objeto de la impotencia

Por domingo 1 de junio de 2014 Sin Comentarios

Mucha gente prefiere creer que nuestra derivación hacia la violencia y la guerra nuclear se deben a factores biológicos en que nada podemos, en lugar de abrir los ojos y ver que las causas son circunstancias sociales, políticas y económicas creadas por nosotros mismos (Erich From).

Por Verónica Hernández Jacobo*

pag 11 veronica hernandez jacobo1Todos los crímenes son  ominosos, dolorosos, que afectan a toda la población, pero recordando a un ilustre investigador amigo de la Unidad Académica de Psicología y con lazos muy fuertes con el próximo doctor el investigador Isaac Tomás Guevara, asesinan al Doctor Francisco Javier Uribe, un 28 de febrero del 2012, conmocionando a quienes lo conocían  y aún a quién lo trato poco como es mi caso, pero que aún y en  esas escasas veces que lo saludé veía una persona cálida y con muchas ganas de vivir, el fue arteramente asesinado a las puertas de la Universidad Autónoma Metropolitana en Iztapalapa, su vida fue acallada de manera trágica.

Por más de 30 años trabajó en esa Universidad y desde ahí se clamó justicia realizando marchas para que se esclareciera su asesinato, donde el coraje y la rabia mostró la impotencia de maestros y alumnos en un dollus, dolor que se mostraba en rechazo a ese asesinato, sin embargo la vida del Maestro Javier y su palabra se habían enmudecido, la muerte corta la palabra enmudeciendo a los sujetos hacia la eternidad solamente su escritura cobra vida.

Formado con Serge Moscovici, el Doctor Uribe, hizo  amistad con otros  tantos intelectuales de Paris, produjo redes de comunicación apostando siempre por la vida el placer de investigar y sus ganas de vivir, pero su vida acaba en tragedia víctima de lo que tanto investigó, la violencia.

Él fue quien inició la carrera de psicología social en 1984 en la UAM, donde las representaciones sociales tomaban la delantera frente a otras versiones de la psicología social su pensamiento en acto incidía en los procesos de creación ya que su decir apalabrado siempre con esta consigna «las cosas dependen de lo que hagamos», esta consigna casi política implicaba una dimensión ética que correspondida en actos sumaba a su personalidad analítica.

El Doctor Uribe comentan quienes lo conocieran de cerca era un hombre consecuente con sus ideas, su honestidad era inobjetable, de sonrisa franca, amante de la música, el arte, pero sobre todo apasionado por el saber como pocos hoy en día, que juegan más a la simulación.

pag 11 veronica hernandez jacobo2Él centraba sus estudios sobre la democracia, justicia, por eso ver la forma tan absurda en que fue ultimado duele,  y ver las razones absurdas duele más. En Sinaloa él venía a acompañar a Tomás Guevara en sus investigaciones  sobre la representación social de  la violencia, apoyando a este investigador de nuestra unidad académica y sobre todo trazando rumbos sobre esas cartografías.

Por ello ante el incremento del crimen en nuestro Estado y en todo México pensamos que el dolor se va a magnificar frente a  situaciones que nos rebasan y que aún con todo el conocimiento, son flagelos que no nos abandonan, y vemos una desolación que socializa un temor, pero que aún en esta situación la psicología y el psicoanálisis tienen que seguir aportando su granito de arena para sostener el estado de cosas y dar un soporte a los deudos sin dejar de denunciar cierta opacidad de nuestros gobernantes que muchas veces los convierten en autistas del dolor social e insensibles a dar  seguimiento.

El dollus como dolor tiene que ser resignificado frente a las pérdidas, nada cura el dollus, si acaso algunas ortopédias salutogenicas que se muestran en los aparadores de los curadores de almas, pero nada más, y eso ni efectivo es sólo lo que en efectivo se cobra.

*Doctora en educación.

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