Nacional

GALICIA Y MÉXICO UNIDOS POR LA CULTURA (parte uno)

Por domingo 21 de julio de 2013 Sin Comentarios

Por Alberto Ángel “El Cuervo”*

Galicia1—Tengo todas las películas mexicanas… Todas, tengo películas que no tiene nadie ya…

—Pon cuidado en el camino, Agustín, que el señor ya conoce esas películas, pon atención, anda…

—Tranquila, Marisa, quédate tranquila…

—Me quedo tranquila cuando pongas más atención en el camino, vamos… ¿No le cuesta a usté trabajo entenderme…?

Porque como hablo gallego a algunos les ha costa’o trabajo entender lo que digo…

—Tengo El Peñón de las Ánimas, la primer película que hizo María Félix… La hizo al la’o de Jorge Negrete ¿la ha visto…? Y fíjese usté que…

—Fíjate tú, Agustín, que ya te has pasa’o de la salida, vamos… Al señor qué le va a interesar todo lo que estás diciendo, que ya se sabe todo eso, vamos…

—Quédate tranquila, Marisa… Por tu culpa ya se me ha pasa’o la salida…

—¡Qué va, hombre, se te ha pasa’o porque no dejas de hablar… Perdónele usté, señor, es que Agustín es un enamora’o de México, sabe usté…

—No me diga, qué bien… ¿Conoce México?

—No, qué va… Siempre he soña’o con conocerlo, pero no se ha podido pues por cosas… por circustancias… Por… Pues por pobres, sabe usté… Yo soy retira’o del mar, fui marino durante cuarenta años…

—¿Marina mercante…?

—No, no… En la pesca, sabe usté… Y ahí pues… La vida es dura… Uno deja a la familia mucho tiempo sola y a vece’ el mar da y a vece no da nada… Es duro… Y ahora los hijos andan en el mar… Igual que el padre…

La plática se daba entre Agustín, Marisa y yo… Habían sido encargados de pasar por mí al aeropuerto de Vigo para llegar a Villagarcía donde se realizaría el Festival de las dos Culturas MEXIGA… Almas buenas, simpáticos, se me figuraban los típicos matrimonios de los pueblecillos españoles y creo que no estaba equivocado… Se hizo el silencio, cada quien meditaba acerca de sus pendientes y de pronto Agustín se santiguó diciendo:

—Diusitu lindo, que no lo puedo creer… Yo que he soña’o toda mi vida con ir a México y ahora me has concedido que al traer a mi la’o a este señor tan importante, México venga a mí… ¡Lo que son las cosas…!

Galicia2Y su risa inocente y tierna incluso, no dejaba lugar a dudas acerca de esa cada vez más extraña bondad del hombre del campo en todas partes del mundo… Desde luego, se me erizó el alma y la piel con lo que mi nuevo amigo Agustín, me dijo… ¡Vaya elogio… “Dios me ha concedido que al traer a mi lado a este señor tan importante , México venga a mí…”! Con esa sola frase, había valido la pena el viaje a Galicia… Llegamos al llamado Recinto de Fexdega donde sería realizado el primer Festival de las Dos Culturas México- Galicia. Ahí me despido de mis nuevos amigos gallegos y el Arquitecto Jorge Cruz, Vicepresidente de MEXIGA, me recibe y presenta al representante de la asociación en Mexico, José María Posada quien me conduce a Cambados, donde estaré hospedado durante los días de mi estancia en Galicia. Lo primero que me llama la atención, es ver que a un lado del hotel, en el estacionamiento del mismo, propiamente dicho, hay un viñedo. Es un viñedo de pequeño o mediano tamaño si lo comparamos con los grandes viñedos de las grandes casas vitivinícolas… Mi pregunta al por qué de ese viñedo, se aclara al entrar al comedor. Sobre la mesa hay botellas de vino y de agua que es lo que incluye el menú. El vino no tiene etiqueta. Los jóvenes de “Cabezas de Cera” un dueto muy talentoso que participa en el festival, me ofrecen vino… “¿Qué vino es?” “aquí lo hacen, Maestro…” ¿Aquí en la región” “No, aquí en el Hotel… Bueno, eso nos dijeron” “vaya pues… probemos…” El vino que casi es un jugo de uva hace las veces de un refresco para acompañar la comida junto con el agua… Me llamó la atención que el vino lo fabricaran en el Hotel así nada más como si nada para consumo de los huéspedes… Cómo era posible hacerlo sin etiqueta… En México hubiera tenido que cubrirse todo un trámite y los alambiques hubieran sido tal vez declarados fuera de la ley… Mi asombro fue mayor cuando descubro, camino al ensayo que las casas en el jardín, tienen su viñedo pequeñito y a partir de ellos se elabora el vino albariño de la uva del mismo nombre ya sea para consumo familiar o bien para vender la uva a las cooperativas de la región… Es verdaderamente sorprendente ver que así como se tienen jardines con rosales como ornato en algunas casas de México, así se tienen los viñedos a lo largo y ancho del jardín o del terreno que se posea para la elaboración del vino albariño, toda una tradición de Galicia… Con un total de 2, 763 499 según datos de principios del año en curso y una extensión Geográfica de 29,500 km cuadrados, Galicia es bañada en sus costas por el océano Atlántico y al norte por el Mar Cantábrico. Galicia es considerada como una Comunidad Autónoma de España. Tiene dos idiomas oficiales que son el Gallego y el Castellano. El gallego en tanto que se origina, como todas las lenguas romances, del latín vulgar, se habla básicamente en la región de la Comunidad Autónoma de Galicia, pero también se encuentra con algunas variantes en algunos lugares de León y Castilla. Por momentos, cuando escuchamos hablar a gallegos y portugueses, podríamos jurar que es el mismo idioma. Y es que, no obstante nuestra falta de entrenamiento para escuchar selectivamente ambas lenguas, tienen un tronco común. De hecho, su definición según la academia de la lengua, es “una lengua romance del subgrupo galaico- ortugués que se habla principalmente en la comunidad autónoma de Galicia, España. Durante la edad media, se hablaba esta lengua en Galicia y Portugal… Después de haber dado fin a lo que quedaba del buffete y del vino-casi-jugo que nos sirven, me siento a la puerta del hotel a esperar la llegada de mi hijo Alberto que viene de Suiza con mi nuera Dorothée y mi nietecita Leonora Del Carmen… La emoción es muy profunda, no la conozco… Solamente la he visto por video gracias a la tecnología moderna… Durante casi una hora, permanezco entre la mecedora de madera, las consultas al teléfono para saber por dónde vienen y la caminata breve que más tiene la intención de no quedarme dormido por el cambio de horario. El viaje fue largo y la ruta un poco extraña: México-Bogotá-Madrid-Vigo… Cuando al fin veo llegar la furgoneta, doy un salto y el corazón hace lo propio… En cuanto veo a mi hijo lo abrazo, trae cargada a la princesita… ¿La quieres cargar? Por supuesto, no he pensado en otra cosa desde que salí de México… Pues cárgala… La abrazo y sus manitas se prenden de mi bigote mirándome con un poco de extrañeza… Las lágrimas no logran detenerse… No puedo evitar recordar aquellos versos que escribiera a mi hijo cuando recién cumplidos dos años de vida lo imaginaba cargando en un futuro a su primer crío: “Tuve por amigo un niño que emocionado corria por esos rincones bellos de un mundo de fantasía… “ y ahora ahí estaba, sintiendo, besando, tocando sus manitas diminutas y disfrutando la emoción incomparable que nos brindan los nietos… “Una mañana, mi niño, mi amigo aquel que corría, dejó de pertenecer al mundo de fantasía…” y Leonora sonreía cuando yo le decía que su abuelo la quiere mucho y me jalaba de los cabellos para juntar su carita a mi rostro cansado… Y recordaba mil cosas que me habían dicho acerca de ese momento… Ya verás que es muy distinto, el amor a los nietos es algo muy intenso… Es que los amas doble, por tu hijo y por él… Mire maestro, en mi pueblo se dice que los hijos amansan… Y los nietos montan… Y tenían razón, no quería desprenderme de mi nieta ni un solo instante… Vas a tener tiempo de convivir con ella… Lo sé, pero no quiero desperdiciar ni un segundo… Bésala mucho, dile que su abuela la ama, me dijo mi mujer, y ahora le daba su recado de viva voz… Me acompañarían al ensayo y le cantaría mientras ensayaba con el mariachi encargado de ponerle música a las voces de María Elena Leal Beltrán y a la mía. Los gestos que hizo al escuchar el mariachi fueron maravillosos… Me atrevería a decir que algunos genes se movieron dentro de ella en una cierta impronta cuando escuchó la música que de muchas formas constituye sus raíces… La emoción se retroalimentaba a medida que el Mariachi Semblanza, con ocho elementos mexicanos y dos colombianos, sentían vibrar el amor del abuelo cuervo… Para sorpresa de María Elena y mía, la calidad del mariachi podría calificarse de excelente. Todo apuntaba a que saldría el festival a las mil maravillas. Mi hijo, por su parte, había llegado con la obra mía realizada en Suiza para montar mi exposición titulada: “Trazando Por el Lado Oblicuo del Sol”. Termina el ensayo… Caminamos por las calles de Villagarcía, una de las poblaciones de la Provincia de Pontevedra, en donde se llevaría a cabo el primer Festival de las dos Culturas con exposiciones de pintura, conciertos, exhibiciones cinematográficas y demás eventos. Ir a Galicia y no disfrutar de los mariscos, es no haber ido a Galicia, nos dicen los lugareños, así que aprovechamos de comernos unas vieiras deliciosas, unos mejillones gratinados junto con un albariño blanco para complementar la tradición culinaria gallega… Por ese día, la jornada había terminado… Buen comienzo de trabajo… Mañana, habría que ocuparse de lo subsecuente en esta unión cultural de México y Galicia… Ambas, tierras de mis ancestros…

Villagarcía, Galicia… En la emoción absoluta por el reencuentro…

*Cantante, compositor y escritor.

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