Estatal

El ocaso de José Sabás de la Mora

Por domingo 8 de enero de 2012 Un comentario

Creador de “La Voz del Norte”

Por Óscar Lara Salazar*

El estallido de la Revolución de 1910 derribó las viejas estructuras político – administrativas favorecedoras de una clase política anquilosada, para dar paso a la construcción del México de libertades y de esperanzas, al menos esos eran los ideales y esos eran los anhelos. Desgraciadamente, como toda revolución, a su paso se cometen excesos e injusticias; una de esas injusticias de la revolución en Sinaloa, fue la del profesor José Sabás de la Mora, un hombre de amplia cultura; profesor, literato, periodista; por cierto, padre de este periódico “La Voz del Norte”.

La Constitución política de Sinaloa de 1880, estableció la división del territorio del Estado en diez distritos, que fueron los siguientes: El Fuerte, Sinaloa, Mocorito, Badiraguato, Culiacán, Cosalá, San Ignacio, Mazatlán y Concordia. Esta misma Constitución establecía que en cada distrito habría un prefecto político nombrado libremente por el gobernador del Estado, con atribuciones de publicar y hacer cumplir las leyes, decretos u órdenes, cuidar de la tranquilidad pública y demás funciones relativas al gobierno de los pueblos. Por el distrito de Cosalá el prefecto era el profesor José Sabás de la Mora.

SU ARRIBO A MOCORITO

El profesor, José Sabás de la Mora, nació en Lagos de Moreno, Jalisco, el 5 de diciembre de 1882. Cursó estudios en la Normal de Tepic. Por su profesión de maestro vino a trabajar a Mocorito y aquí fijó su residencia. En 1903 fundó el periódico “La Voz del Norte”, editó también la revista “Arte”. Fue un educador ameritado y reconocido intelectual. El profesor Sabás de la Mora, seguramente amó entrañablemente a Mocorito porque aquí vino a sentar las bases de educador, de literato y de político.

Su relación con el régimen de la época lo llevó a que el gobernador Redo, en base al artículo 53 de la Constitución local lo designara prefecto político de Cosalá, donde defendió la plaza de este distrito de los revolucionarios que pretendían tomarla; resistió durante once días el ataque de ochocientos alzados al mando del coronel Luis G. Molina y Miguel Vizcarra, luego se rendiría y en ese mismo lugar fue aprehendido por el coronel Molina, quien considerándolo un hombre decente y honesto le perdonó la vida a condición de no volver a tomar las armas en contra de la Revolución.

LA TOMA DE CULIACÁN

Entre finales de mayo y primeros de junio de 1911 los maderistas alistan armas y se preparan para sitiar la plaza de Culiacán y tomarla para su causa. El general Higinio Aguilar era el jefe de la defensa de la plaza, distribuyó sus fuerzas, dejando la casa de Redo, el Palacio de Gobierno y la cárcel pública, bajo la responsabilidad del cuerpo llamado los Voluntarios de Sinaloa, comandados por Francisco G. Valenzuela, teniente Antonio Bazaldúa y el prefecto político de Cosalá José Sabás de la Mora.

Las fuerzas maderistas las comandaban Ramón F. Iturbe, Juan M. Banderas “El Agachado”, Herculano de la Rocha, Claro G. Molina, Gregorio L. Cuevas, José María Cabanillas y los comandantes Martín Elenes, Mauro Valenzuela, Chico Quintero, Darío Medina, Clara de la Rocha y Valentina Ramírez, entre muchos más.

El clarinazo de ataque a Culiacán se escuchó en la madrugada de aquel 30 de mayo de 1911. Quien primero se rindió fue el mismo general Aguilar, a petición de Iturbe. Luego harían lo mismo las fuerzas de Herrera y Cairo, ante Claro G. Molina, Melquíades Meléndez y Manuel Mesta, y ahí fue aprehendido José Sabás de la Mora, prefecto político de Cosalá, -y según el periódico El Imparcial, número 6293, página uno, del domingo 25 de junio de 1911-, dice “una persona que fue testigo presencial de los hechos, ocurridos en Culiacán, los relata así: El día primero del corriente fue pasado por las armas…el Profesor José Sabás de la Mora…quien hacía poco tiempo se había hecho cargo de la prefectura de Cosalá, plaza que fue atacada y tomada por Lauro Vizcarra y Claro G. Molina. De la Mora cayó en poder del enemigo y se le perdonó la vida con la condición de que no tomara las armas en contra de la revolución, pero ya en libertad De la Mora volvió al servicio del gobierno haciendo la defensa de la plaza, y al caer prisionero, se le pasó por las armas por quebrantar su juramento”. De la Mora -afirma el escritor Héctor R. Olea,- fue fusilado allí mismo, en un burdel llamado: “Al pasar una copa”.

EL FAMOSO DE COSALÁ

La familia del profesor Sabás, años después manifestaría su protesta en el Diario de Culiacán, del miércoles 8 de junio de 1966, en las páginas tercera y cuarta, diciendo “ que la madrugada del primero de junio de 1911, de la Casa de la Moneda, donde estaba asilado De la Mora, así como el Gobernador Redo y otras personas, salió el prefecto con un salvoconducto firmado por Iturbe, para buscar al jefe de armas como emisario para buscar la paz…se ha sabido que cuando regresaba en busca del general, viniendo a espaldas del hospicio (hoy palacio de gobierno municipal), como a las dos de la mañana, tropezó con un grupo de revolucionarios comandados por Antonio Franco y Melquíades Meléndez, a quienes enteró de su nombre y misión sagrada que llevaba; pero estos, irresponsables y feroces, lo apresaron atándolo con sogas y lo metieron en la triste casa (el burdel “Al pasar una copa”).

“Así, atado fuertemente a una silla inerme ante 18 hombres armados…! empezaron a mofarse de él y para amedrentarlo cavaban su fosa, allí mismo, a su lado, bromeando sobre si “el famoso de Cosalá” cabría o no en ella. El sacerdote Gregorio Esparragoza, quien aterrado por lo que estaban a punto de cometer Franco y Meléndez , obtuvo de ellos que, cuando menos, no lo matarían hasta que el volviese, pues iba en busca de algún jefe responsable y consciente.

El padre Gregorio Esparragoza, era originario de Badiraguato, un hombre alto de estatura, de piel blanca, ojos de color, vestía siempre de negro, de lentes redondos, sombrero de ala corta y de valor a toda prueba. El obispado lo envió hacerse cargo de la parroquia de Badiraguato, el día primero de enero de 1926, y el 10 de abril de ese mismo 1926, poco después del anochecer, Francisco “Chico Lara” y Chuy Ortiz, lo acribillaron cuando arribaba a la Casa Cural, disparándole las cargas de dos carabinas Treinta-Treinta sobre su humanidad, quedando ahí tendido a media calle, boca arriba, en un charco de sangre y con 14 balazos en el cuerpo, con la mano derecha bajo la sotana, en el intento de sacar una pistola 38 Smith & Wesson , que siempre portaba en la cintura, a la que le llamaba “mi Santo Niño de Atocha”.

Los dos cabecillas le prometieron a Esparragoza Miranda que no atentarían en contra del prefecto hasta conocer la respuesta de la superioridad “Ambos –continúa la protesta de la familia, en aquella nota periodística- le dieron su palabra, pero según declaró el padre Esparragoza, no había llegado a la esquina cuando oyó un nutrido tiroteo en la casa de donde venía; regresó corriendo y encontró al prefecto en el suelo, acribillado a balazos, debatiéndose en las convulsiones de la agonía…todas las paredes del cuarto quedaron salpicadas de sangre…”

NOS DEJÓ LA VOZ DEL NORTE

La trayectoria y muerte de hombres como don José Sabás de la Mora siendo parte del análisis y de los saldos de la Revolución en Sinaloa, se pudo estar de acuerdo con su desempeño o no, lo cierto es que pagó un precio muy alto sus servicios prestados al régimen de la dictadura. Pero eso no le debió haber negado la oportunidad de habérsele dado siquiera el derecho de que se le abriera causa, se les instruyera juicio y tuvieran una defensa como lo marcan los fueros de guerra.

En el Centenario de la Revolución, -30 de mayo de 2010- se retoma el esfuerzo del profesor José Sabás de la Mora y se refunda La Voz del Norte para continuar construyendo un periodismo comprometido con lo mejor de la historia y la cultura regional y nacional.

*Diputado Federal / Cronista de Badiraguato.

Artículos relacionados

Un Comentario

  • JOSE MANUEL BELTRAN dice:

    SE MENCIONA A UN MAYOR MARTIN ELENES, QUE EN ALGUNOS ESCRITOS SEÑALAN QUE LLEGÓ AL GRADO DE CORONEL, MISMO QUE CONFUNDEN CON UN HOMÓNIMO QUE APARENTEMENTE ERA SOBRINO SUYO Y QUE MURIÓ (ESTE ULTIMO) EN UN DUELO CON VALENTE QUINTERO EN 1922. ¿SABEN ALGO DE EL TIO? SE QUE TENIA 2 HERMANOS: BAUTISTA Y FRANCISCO Y LOS 3 FUERON ASESINADOS, APARENTEMENTE A FINES DE LOS AÑOS 1930’s O PRINCIPIOS DE LOS 1940’s

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Impreso N° 85
Siguiente entrada