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Entrega de la medalla al Mérito Periodístico José Sabás de la Mora a Martín Amaral

Por domingo 19 de junio de 2011 Sin Comentarios

Fotografia: Cortesia de Noroeste/Claudia Olmedo

Buenas noches. Cuando me enteré que iban a otorgarle este premio a mi padre me dio un gusto increíble y me hizo recordar los primeros años de la columna, la selección del nombre “Vuelo Libre” que a mi parecer no pudo ser más apropiado y las tardes pasadas en el café, yo leyendo y mi papá escribiendo o corrigiendo su columna con plumín negro cuando tener computadora era aún un lujo mayor. Con los años cambió la hoja de papel por el ordenador, pero también definió su voz de escritura y el tono utilizado para abarcar no solo temas de crítica cultural sino también social, política y aspectos cotidianos, dándoles un sentido humano, profundo, un sentido mayor.

Este reconocimiento representa más que un honor y mérito a años de trabajo con opiniones duras y fundamentadas, va más allá, representa también un incentivo social a no quedarse callado, sea cual sea nuestra condición humana o las distintas batallas luchadas, puede ser una enfermedad como la ELA, fobia a la realidad o miedo a perder el trabajo; pero la verdad, y creo que mi papá estará de acuerdo conmigo, por más cruda e impactante que sea, el bien común, y el tratar de quitar poco a poco las vendas de los ojos de una sociedad conformista son móviles más grandes para seguir adelante, para decir y actuar, para darle el soplo de vida a las palabras y que tengan más fuerza que las armas que derraman diariamente la sangre de nuestro propio pueblo, cosa que ha hecho de manera remarcable y sin lugar a dudas Martín Amaral por más de 10 años consecutivos, conmoviéndonos, sacudiéndonos o incluso incomodando a algunos ante una realidad desnuda y arrebatando risas y una que otra lágrima con sus letras. Pero esta actitud o posición ante el mundo y la sociedad no es tan común como se piensa.

El silencio, el temor o la desconfianza que anida en muchos puede perjudicar más de lo que se llega a imaginar. La neutralidad está literalmente, acabando con nosotros.

No se trata de quedarnos al margen, se trata de alzar la voz sin vociferar, de replicar de manera adecuada, sin miedo, sin desconfianza, sin prejuicios, confiando en nuestras ideas, defendiendo lo que somos y lo que merecemos. Como bien podemos ver en columnas como “La ciudad y sus días”, “Carta abierta a un narcotraficante” y “Ni siquiera el infierno para los pusilánimes” donde nos dice que si bien hay que aceptar la variedad de tonos grises de la vida, lo mejor es optar por uno de ellos.

Debemos derramar de una vez nuestro enojo, nuestra inconformidad, mostrar las llagas producidas por años de silencio, romper la pasividad eterna, ponernos en movimiento, clamar lo que todos saben, lo que todos callan.

El periodismo y las letras son un medio para llegar a esto. Mucho se ha dicho que son unas de las armas más poderosas que se tienen, bien sabemos cuánto impacto puede tener la tinta en periódicos o revistas y es importante reconocer a aquellos que brindan los espacios para publicar columnas de expresión libre.

Por último agradezco a nombre de Martín Amaral y la familia a la Asociación Doctor Ley Domínguez y a su presidente el ingeniero Carlos Antonio Sosa Valencia por otorgar este premio, así como al periódico Noroeste por continuar publicando la columna “Vuelo Libre” sin atavismo ni censura.. Gracias.

Discurso de agradecimiento
Mariajosé Amaral /10 de Junio 2011

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