Por Mario Arturo Ramos*
El verano sinaloense de 1971 fue intenso, la década comenzaba con el impulso de los seres que querían cambiar las condiciones de la realidad y en todos los rincones del mundo se sentía el impacto del movimiento. El quehacer de la poesía no era ajeno a la estética que se manifestaba como dice Silvio Rodríguez “…lejos de la vanguardia o evidente panfleto…”. Ese lejano 71, en el auditorio del Edificio Central de la UAS, conocí a Alonso Vidal Balbastro, nacido el 1 de enero de 1942 en Hermosillo Sonora. La reunión convocada para comenzar las sesiones del taller de poesía me permitió tener un diálogo con Carlos Manuel Aguirre y con un poeta sonorense que era su huésped y compañero de trabajo; el tema fue la poesía, los personajes que la singularizan, el producto de su creatividad, las tendencias contemporáneas que marcan el camino, las posibilidades para romper su nula difusión, la necesidad de profesionalizar la tarea haciendo creíble el oficio. El mediodía transcurrió veloz en el inicio de mi amistad con un sonorense que dedicó a la literatura su vida.
En el lejano 1999, la administración del H. Ayuntamiento de Hermosillo, lanzó la convocatoria para el Certamen Nacional de Poesía Alonso Vidal, concurso para honrar a un poeta originario de la capital del estado de Sonora; este 2010 el Instituto Municipal de Arte y Turismo del municipio de Hermosillo, invita a los poetas a ser parte de un fiesta en homenaje al camino de Alonso que en la letras fue prolífico. En el periodismo cultural fue fundador de páginas y suplementos culturales de las publicaciones: El Imparcial, Información, Independiente, Revista de la Librería Universitaria de la Universidad de Sonora (UNISON), Diario de Culiacán –La honda de David– en 1971 y 1972; como funcionario de tareas culturales participó en la UNISON, UAS, Gobierno de Sonora, ISSSTE, H. Ayuntamiento del municipio de Hermosillo etc. Sus publicaciones de poemarios, novelas, estudios históricos fueron abundantes, las editoriales de la UAM, la UNISON, entre otras, publicaron sus libros. Algunos de sus títulos son: Del amor y otros incendios, Metamorfosis o La copa de Dionisio, Poema del amor desengañado; compilación y notas de la Antología de Poesía Sonorense, Los testimonios de la llamarada –cantos indígenas–; la novela, La madriguera de los Cobra; el ensayo, Los nuestros a propósito de centenarios, tal y tal.
El mediodía del 29 de mayo de 2006, a los sesenta y cuatro años, en su tierra natal, se apagó la existencia física de mi amigo, se me quedó en la memoria su entrega al trabajo cultural que marcó su destino. Por eso cuando leo la convocatoria del certamen que lleva su nombre pienso en sus versos y con una sonrisa lo recuerdo con la frente en alto por el deber cumplido. Como pequeño homenaje comparto con ustedes esta muestra de su poesía: “Quiero decirte a ti/ antes de que el polvo de una tumba/ cumpla su trabajo/antes que nos grite el soplo/de una mañana y nos separe/ a ti o a mí / que por ti nació, esta mi voz/ aquí la tienes/ extendida/ junto al corazón y la mano.” Así de cristalino era el talento de Alonso Vidal Por eso digo ¡Salud poetas..!