Nacional

Alberto Carrera: de las alulas a la Revolución

Por domingo 6 de junio de 2010 Sin Comentarios

Por J. León Rodríguez Zúñiga*

En el marco del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana, expresaré lo siguiente: A diez años de obtener el poder nacional, Porfirio Díaz Morí; quien derribó a Sebastián Lerdo de Tejada y José María Iglesias, con el “Plan de Tuxtepec”, Oaxaca, (lanzado el primero de enero de 1876), donde la bandera principal era desconocer a Lerdo y reconocimiento de las Leyes de Reforma, nombramiento de Porfirio Díaz, como jefe del Ejército Regenerador y agregando en Tamaulipas, la “No Reelección” a su plan, con el cual llegaría a finales del mismo año al poder absoluto.

Les decía: que a 10 años de estar en el poder Porfirio Díaz Morí y bajo la tranquilidad que ofrece éste lugar histórico, nace un día como hoy, el niño Alberto Carrera Torres, el año de 1887, cuyos padre fueron; don Candelario Carrera y doña Juana Torres.

Sus padres, le dieron una educación esmerada en la ciudad de Tula, Tamaulipas, a unos cuantos kilómetros al sur de donde nos encontramos y bajo la dirección del profesor más distinguido de la época, Manuel Villasana Ortiz.

La mano fuerte de su madre, la responsabilidad constante de su padre, los sanos principios incluidos y la instrucción metodológica de su maestro, mas su interés constante y memoria privilegiada; formaron al hombre que luchó de frente, contra Porfirio Díaz Morí y sus aduladores hacendados y empresas trasnacionales de 1910.

Como maestro rural en Miquihuana, Tamaulipas, dio ejemplo de amor educativo por los niños y justicia por la sociedad adulta. Siempre atento a los movimientos inconformes contra el gobierno, pues la explotación humana se agrababa más y más en las haciendas, empresas mineras o de diferente tipo, ligadas al poder ditactorial.

Al estallar la Revolución, el 20 de noviembre de 1910, encabezada por Francisco I. Madero González, del cual, fue seguidor convencido, inicia la Revolución en Tamaulipas, pues los trabajadores de ranchos y haciendas, estaban a un grito del “DEFENSOR DE LOS POBRES” Alberto Carrera Torres, cuando Alberto contaba con tan sólo 23 años de edad, por lo tanto estoy seguro que su fortaleza era interminable y le daba la oportunidad de demostrarle al pueblo mexicano, su amor por la patria que lo vio nacer.

Se remontó en la sierras bustamantenses, de Miquihuana, Nuevo León y San Luis Potosí, para formar un ejército respetable y respetado, que en pocos días transitaría por sierras y valles, en busca de la LIBERTAD, aplastando a los poderosos, rompiendo con el sistema de gobierno y preparando el terreno para dictar la primera Ley Ejecutiva Agraria para el reparto de tierras, aquel 4 de marzo de 1913.

Fueron sus soldados: Saleto Aguilar, Rómulo Eguía, Guadalupe Castro, Donato Tejada Eguía, Juan Rodríguez Gatica, Maximino Bernal Covarrubias, Pedro Reyna Vázquez, Cruz Reyna, José Serna, Guillermo Contreras, Agustín Martínez Barrón, Emilio Bernal Covarrubias, Santiago Hernández, Cleofás Hernández, Feliciano Reyna, Tiburcio Sustaita, Amado de León, Ángel Carrera, Candelario Carrera, Eutiquio Carrera Torres, Antonio Carrera Torres, Donaciano Ávila, Máximo Quintero, Felipe Quintero, Porfirio Urbina, Ovidio Becerra Torres y Marcos Becerra Torres (primos del general), Feliciano Nava, Guillermo Becerra, Carlos Domínguez, Manuel y Vicente Alemán, Miguel Martínez, Fernando Martínez, Leoncio Martínez, Enrique Báez, Antonio Torres, Othón Castillo Álvarez, Malaquías Castillo Badillo, Othón Castillo Badillo, Vidal Castillo, Bernardino Alvarado, Celedonio Rodríguez, Hermilo Trejo, Pedro Trejo, Inés Tejado, Flumencio Rivas, Cipriano Torres, Wilfrano Torres.

Datos proporcionados por el veterano de la Revolución Sr. Román Bernal Covarrubias, el 30 de abril de 1991, quien se dio de alta en Jaimes, jurisdicción de Tula, Tamaulipas, el 19 de mayo de 1911, con el capitán primero Pedro Navarro, perteneciente al “Ejército Libertador de Tamaulipas” al mando del profesor y Gral. Alberto Carrera Torres. Estos revolucionarios son tan sólo una parte de los soldados que siguieron al profesor Carrera Torres en su lucha, claro que son nombres novedosos pero que en su momento fueron protagonistas de la Revolución Mexicana.

Al morir don Francisco I. Madero asesinado por Victorino Huerta el 22 de febrero de 1913, en la ciudad de México, Alberto Carrera Torres, vuelve a tomar las armas y reagrupa a sus soldados, unos lo siguieron, otros decidieron quedarse, pero la mayoría regresó a la lucha armada.

Carrera Torres, se une a Venustiano Carranza, conquista las plazas de San Luis Potosí, Guanajuato, Irapuato, León, Celaya y participó eficazmente en la toma de Tampico. Al triunfar el “Ejército Carrancista” el 15 de agosto de 1914, Venustiano Carranza entró en la capital del país. Una vez instalado comisiona al Gral. Alberto Carrera Torres, para instalar a los militares, mayor Eleuterio Ávila, como gobernador de Yucatán y Joaquín Mucel Acereto, de Camapeche, a quien le dio posesión el 9 de septiembre del mismo año, los gobiernos mencionados pertenecen a los primeros poderes preconstitucionalista.

Al regresar de su comisión militar, las cosas empezaron a cambiar dentro de los jefes militares, Carrera Torres, se había anticipado a los cambios radicales, no fue bien visto por sus enemigos y empezó a declinar su estrella militar, apoyó la convención de Aguas Calientes, aunque no asistió a la misma, decidió con Francisco Villa y los enemigos aprovecharon la coyuntura, a tal grado que lo fueron relegando, se entregó pacíficamente creyendo en la amnistía, pero esta jamás llegó y fue fusilado en el panteón municipal de ciudad Victoria, Tamaulipas, México, el 16 de febrero de 1917, por órdenes del Gral. Luis Caballero.

Al fusilarlo, pensaron que terminarían con su brillante figura revolucionaria, pero la verdad lo inmortalizaron hasta nuestros días, pues sus ideas y su lucha, están vigentes en los Tamaulipecos.

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