Estatal

La travesía azul

Por martes 15 de septiembre de 2015 Sin Comentarios

En el gozo de la hermandad, para Norman H. López Alanís en su LXX aniversario

Por: Gilberto López Alanís

Como las travesías españolas del siglo XV y XVI, a través del mla travesia azular o en tierra, estas trujeron un gran capitán que acordó las ordenanzas del caso. Así, en lasalturas de la Santa Fe, de la magnífica ciudad de México, se designaron los jefes de cuadrillas para responsabilizarlos de sus gentes, todos unidos por una filiación familiar del capitán General y su consorte.

Las ordenanzas, principios de comportamiento grupal implicaron responsabilidades extremas con sus consabidas reprimendas y castigos. La empresa que consistió en atravesar los procelosos y anchos mares del nuevo mundo al cada vez más viejo, en conmemoración del LXX aniversario del Capitán General Norman, en una aventura que implicó a 54 expedicionarios de diversa edad, desde la temprana edad de dos años, hasta la madura condición de su servidor de 71 años.

Sabemos que desde siempre las travesías deben contar con un capital que las propicie y el invertido en la travesía azul se distribuyó en transportación, alimentación, hospedaje, pago de guías e impuestos trasnacionales y en ciertos casos, apoyos personales.

Como se generó esta magna y generosa empresa? Es una pregunta que desborda el ámbito de los directamente implicados, ya que ha sido tema de comentarios de personas que la han conocido en sus primeras expresiones.

Esta empresa se gestó desde el año de 2014 y los convocados después de la sorpresa, comenzaron a practicar sus estrategias de ahorro o endeudamiento. Mi esposa Sonia empezó a juntar monedas decenarias y fijo una cuota personal por semana con el fin de sumar una cantidad determinada, aparte de reducir el consumo suntuario, gestión que nos permitió afrontar cualquier demanda de necesario gasto en el viejo continente.

La ruta

Definida la ruta de la Travesía Azul saliendo desde la centralidad mexicana, vía París-Barcelona-Palma de Mayorca-Marsella-Florencia-Roma-Capri-Barcelona para seguir a París y terminar en la ciudad de México, del 23 de julio al 3 de agosto; cada ciudad visitada tuvo cúmulo de actividades que dejaron exhaustos a los viajeros.

A punto de abordar la nao de Air France, la tarde del 23 de julio, el Maese de Campo nos aprovisionó de tres armaduras coloridas (camisetas) blanca, roja y negra. Con la de color blanco, hicimos un primer alarde, para mostrar nuestro poderío ante los contingentes de otras expediciones que mostraron asombro ante nuestra agrupación.

Como toda travesía o expedición que se respete, la travesía azul tuvo la presencia de un sacerdote que bendijo los trabajos preparativos y los que a partir de su inicio se fueron desarrollando. No crean que se escogió a un clérigo de poca monta, por azares del destino llegó a la familia de los López el padre Mario de origen argentino, por cierto hijo de la cocinera del sacerdote Bergolio por muchos años, hoy conocido como el Papa Francisco.

Este inusitado acompañante, de rostro muy a lo Maradona, es un mestizo simpático con el cual iniciamos un diá logo sobre las virtudes jesuíticas de Bergolio, mostrando además interés por la labor jesuítica en el noroeste mexicano, prometiéndonos una visita para conocer su impacto histórico y cultural en nuestra región.

Todos estos componentes hicieron de la travesía azul una aventura siempre interesante y no exenta de avatares de todo tipo que a la postre nos han dejando un cúmulo de experiencias positivas, a la par de un profundo agradecimiento al Capitán General de la travesía azul y su fiel e inquisitiva escudera Guillermina.

Que sucedió durante la travesía? Si cuento con la autorización superior algo diré al respecto. Mientras quiero dejar constancia que el gozo de la convivencia nos hizo felices.

*Director del Archivo Historico de Sinaloa

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