Nacional

EL MURO DE BERLIN

Por domingo 3 de febrero de 2013 Sin Comentarios

Por Alberto Ángel “El Cuervo”*

El-Muro01Cómo lo viviste… Es decir ¿Qué estabas haciendo a esa hora… Fuiste al muro cuando lo supiste… Te quedaste en tu casa hasta el día siguiente… Qué pensaste…?

—Bueno, son muchas preguntas al mismo tiempo y toma en cuenta que mi inglés es terrible, tengo que pensar en alemán y traducir al inglés… Voy por partes…

—Sí, perdón, es que jamás pensé tener la oportunidad de platicar con alguien que haya vivido la caída del muro del otro lado de… Es decir, no precisamente el otro lado sino del lado que se suponía no era libre… Y no solamente se suponía, en fin… Ya estoy otra vez lanzando mil cosas al aire, perdón, dime…

—Pues mira, yo estaba dormida… En las calles todos andaban con gran alboroto, pero para mí era un día normal… Yo había ido a la escuela y después de hacer mis tareas, me di un baño y me fui a descansar…

—Pero… ¿Sabías lo que estaba pasando…? O sea… ¿No quisiste ir… O qué pensabas, por qué no fuiste y te acostaste como en cualquier día normal…?

—No, yo no había visto las noticias, simplemente había hecho todo lo que hacía normalmente…

El-Muro02—¿No te dejaban ver las noticias…? O por qué no supiste lo que estaba sucediendo… O sea… El mundo entero estaba pendiente de lo que pasaba y tú que vivías justamente ahí ¿simplemente no lo sabías…?

—No, no es eso… Por alguna razón para mí fue un día normal… Yo estaba acostumbrada a que siempre había protestas de algunos y por otro lado el discurso oficial que decía lo contrario… Yo era casi una niña… Y pues te enseñan que los que están del otro lado, son tus enemigos y así era en todo, en deportes, en la cultura, en todo había que vencerlos… Aunque sí, por supuesto que siempre había la duda o la espina porque no podíamos pasar al otro lado salvo en raras excepciones… La gente poderosa, los artistas, los deportistas… Ellos sí podían salir, pero para la gente del pueblo, normal, como nosotros, era algo imposible de hacer…

—Y cuándo supiste lo que había sucedido… Cómo te enteraste que el Muro de Berlín que parecía eterno, había caído… O sea, que ya podías pasar libremente…

—Pues al día siguiente muy temprano, mi mamá fue a despertarme y me dijo: Delia, levántate, están tirando el muro, ya podemos salir libremente, ya no hay impedimento… Y yo le dije: siempre dicen lo mismo, voy a arreglar mis cosas para irme a la escuela… No va a pasar nada… No, no, hoy no hay clases ni nada, todo es fiesta en Berlín, vamos al muro para ver lo que sucede…

—Claro… ¿Qué día era… Era un día normal entre semana…?

—Sí, amaneciendo el viernes, diez de noviembre de 1989…

El-Muro03La plática se daba con Delia Rosenthal la novia de Jason, nuestro buen amigo que nos había invitado a la fiesta de cumpleaños de su hermano Jean Henry… Ella alemana, Jason sudafricano, su hermano vive en Australia, en la fiesta, gente de Colombia, de Suiza, de Inglaterra y de Francia… Y claro, nosotros, mexicanos… Y es que Basel, Basilea, es una verdadera Torre de Babel… Mucho me ha hablado mi hijo Alberto acerca de ello… Mucho hemos compartido… Y en el impacto del comentario de Delia, la fiesta se desempeñaba como cualquier cumpleaños… La comida Europea (Vulgo extraña a veces), el pastel, el cántico de Happy Birthday globalizado… Y por supuesto el vino… Casi en todos los festejos y reuniones, el buen vino impera y esta no era la excepción… Ya casi era el final de la fiesta, y no recuerdo por qué razón, Delia comenzó a contarme de esa noche del jueves 9 de noviembre de 1989… 28 años después de haberse levantado, finalmente el Muro de Berlín cayó destruido por iniciativa ciudadana… De la manera en que fuera posible, con las herramientas que tuvieran a la mano, martillos, picos, palas o con las propias manos, los habitantes de Berlín del Este, en la entonces República Democrática Alemana, comenzaron a destruir el muro considerado por casi todos los seres humanos, como una verdadera ignominia… Hubo gente que nació, vivió y murió limitada por el muro… Muchos dejaron la existencia ahí en el intento de cruzarlo… Un muro que separó familias, hermanos, padres e hijos… Un muro que de la noche a la mañana convirtiera en enemigos a los propios compatriotas… Pero una cosa es haberlo visto en las noticias, en la televisión, en los periódicos y otra es tener la oportunidad de platicarlo El-Muro04con alguien que fuera testigo presencial de la caída del muro y más aún, viviendo en el lado este, el de la República Democrática Alemana… “Una de las primeras cosas que me vinieron a la mente, tal vez por mis apenas 16 años de edad, fue que un año antes había intentado salir para ir a Berlín del Oeste a un concierto de Michel Jackson y no lo había podido conseguir… Y ahora, de repente, ya podíamos pasar con toda libertad, ya solamente faltaba que volviéramos a ser una sola Alemania… Deseaba con el alma que cuando esto sucediera, se olvidaran todas las diferencias que nos dividían internamente… Las cosas parecían suceder muy rápido, extremadamente rápido…” Y las palabras de Delia, definitivamente me llevaron a pensar en la contraparte, esa justificación que el discurso oficial de Alemania del Este mencionaba constantemente en el sentido de la protección contra la cultura imperialista, fascista… Comentando lo anterior con mi hermano Gato, se hablaba de que finalmente la cultura, habitaba detrás del muro… La parte occidental de Alemania, nunca se distinguió por su nivel cultural cuando menos al mismo nivel del que se vivía más allá de esa enorme barda que dividía Berlín… Por supuesto, en tanto que vivimos en un mundo llamado occidental, las noticias que nos envuelven día a día, serán siempre tendientes a defender la ideología del poderoso aparato que nos manipula, por esa razón y muchas otras, no podía permitirse que se supiera bien a bien acerca de la enorme diferencia en los niveles culturales que situaron permanentemente a Alemania del Este, la que estaba más allá del muro, muy por encima de la llamada Alemania Libre… Y vaya esta reflexión, sin ningún afán proselitista, simplemente diré que aquellos que tuvieron la fortuna de participar en el movimiento cultural del Berlín detrás del muro, pudieron constatar que el movimiento cultural alemán, se daba justamente ahí, en el El-Muro05lado oeste de aquel Berlín… Pero, por otro lado, la imposición, el coartar la libertad en el sentido que sea, siempre será opresor y por ello, el pueblo alemán se levantó en contra de las disposiciones gubernamentales hasta lograr que el propio gobierno eliminara todas las restricciones impuestas durante todos esos años… Oficialmente, nunca se dio la notificación… Todo fue muy confuso… Y tal vez fue, más que otra cosa, la voluntad del pueblo por derribar esa barrera que tanto hubo ofendido los valores de la humanidad lo que logró vencer al fin esa división entre los dos Berlines… La noche del 12 de Agosto de 1961, bajo la responsabilidad en la planeación y realización de Erich Honecker, se levantó de la noche a la mañana prácticamente todo el Muro de Berlín… Aunque ya desde 1949 habían sido marcadas las zonas políticas y con ello las restricciones de acceso de uno y otro… De pronto, amaneció Berlín dividido por ese muro que, de la misma forma en que fuera construido, en una noche, como si fuera una cábala cayó 28 años más tarde… Die Wende, el cambio, como fue conocido popularmente en Alemania, se produjo después de un anuncio del gobierno acerca de la eliminación de las restricciones de viaje tan severas que habían sido impuestas… El comentario tuvo tal impacto, que el pueblo no esperó a que la iniciativa llegara a una verdadera resolución oficial. Esa misma noche comenzaron a llegar a las garitas del muro miles y miles de alemanes exigiendo que el paso les fuera permitido. El ejército vigilante, ante la incertidumbre y la información encontrada que les llegaba, no pudo impedir que en masa comenzaran a pasar del otro lado franqueándoles la salida… El pueblo mismo entonces, comenzó a llevar herramientas para derribar el muro en cada rincón del mismo… Así, en una noche, cayó la que parecía indestructible pared que separaba a Alemania de Alemania… Noche histórica que para bien o para mal en diferentes rubros, dejó atónito al mundo entero… “Papá, ven a ver la tele, están tirando el muro de Berlín” “No, hijito, debes estar confundido… Debe ser alguna revuelta nada más, eso no puede ser…” y casi obligado por mi hijo, pude observar incrédulo aún, lo que las noticias transmitían… Hubo mucha gente, a quien le tocó vivir desde la construcción hasta el derribar del muro… Muchos más, murieron con la esperanza de verlo derruido… Y mucha gente, como mi entrevistada Delia Rosehthal, nació detrás del muro y de pronto, algo que para ellos era parte natural de la vida en Berlín, cambió radicalmente, tan radical fue el cambio, que produjo un temor muy grande de que se fuera a caer en una espiral destructiva en todos los aspectos: Economía, educación, valores, tranquilidad… Intentando digerir todo lo que Delia me contaba de aquella noche, volví a la realidad cuando Jean Henry, parecía haber vuelto a la infancia combatiendo con los niños de la fiesta… Hoy en día, en la República Federal de Alemania, muchos han nacido y llegado a la adultéz sin que el muro de Berlín signifique nada más que un suceso del pasado… Con el abrazo de mi hijo y mirando a mi nieta in utero entre las caricias de Do, mi nuera, no pude dejar de preguntarme: ¿Qué le espera en su futuro que está por comenzar, que ya comenzó…? ¿Qué otros muros serán derribados en su generación…?

Basilea, Suiza, invierno… Entre una pasta deliciosa, un vino de maridaje perfecto… Y la inevitable reflexión por el muro de Berlín y todos los muros del mundo.

*Cantante, compositor y escritor.

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