Nacional

Mario, Mario, Mario. Tres años sin Benedetti

Por domingo 3 de junio de 2012 Un comentario

Por Mario Arturo Ramos*

Defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas del azar
y también de la alegría.
Fragmento “Defensa de la alegría” Mario Benedetti

Los poetas mueren y la poesía vive es una sentencia inevitable. Mario Benedetti falleció a los 88 años en Montevideo, un 17 de mayo de 2009, después de su final su poesía sigue tan campante: cante y cante, por ser una obra resultado de la experiencia y el oficio artístico de un ser comprometido con la realidad y los anhelos del pueblo. El poeta charrúa nació en Paso de los Toros, Uruguay, el 14 de septiembre de 1920; realizó sus estudios de primaria y secundaria en Montevideo. En 1938 cambió su lugar de residencia a la ciudad de Buenos Aires, Argentina; siete años más tarde ingreso al grupo de escritores que conformaba la revista Marcha, publicación que creó un icono entre las revistas literarias del siglo XX. Benedetti pertenece a la gran literatura hispanoamericana, es posible que su obra sea uno de los actos formidables que le otorgan solidez y dinamismo. Junto a Juan de Ibarbouru y Juan Carlos Oneti forma la trilogía de literatos uruguayos contemporánea de mayor trascendencia de los últimos tiempos.

Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas que bueno
sin sábanas de igual.
Fragmento “Ustedes y nosotros”. Mario Benedetti

El escritor J.M. Caballero Bonald señala a propósito de sus textos: “La obra poética de Mario Benedetti puede, desde luego, asociarse a lo que se ha venido llamando como realismo crítico o social, por usar unos predicados tan difusos como la misma concepción académica del realismo. Pero ese rótulo contiene- o parece contener: ya lo he apuntado- una limitación de objetivos estéticos que no se compadece en absoluto con las maneras expresivas de Benedetti.¿ Cómo explicar entonces esa aparente contradicción? El poeta se enfrenta efectivamente a una determinada realidad y trata de retener sus más virulentos contenidos testimoniales.” Mario describía su producción poética: “Los otros (poemas) que invento son confidencias sobre aquello que desgraciadamente no me ocurre. Algunos poemas de otros tienen referencias políticas, pero aún esos terminan siendo poemas de amor, quizá como una forma de decir que la política-en su más sana y alta acepción- es también una forma de amor. “

Te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Fragmento “Te quiero” Mario Benedetti/ Alberto Favero

Un buen número de poemas de Mario, fueron creados para ser convertidos en cantos populares; en estos trabajos el autor ajusto sus versos a la sencillez expresiva, lejana al lugar común y las frases clichés tan en boga en los compositores comerciales o utilitarios. Benedetti entendió que una sección de su poesía tendría que abandonar las dificultades verbales y el misterio que otros aedas utilizan como elemento principal de sus poemas. El oriental latinoamericano logró regresar al inicio, cuando los poemas se cantaban como una forma de convocar y reunir en torno a la palabra y el ritmo a los amantes de la poesía Su tarea fue incansable tanto en el cuento, teatro, poesía, ensayo, algunos títulos suyos son: El ejercicio del criterio; El escritor latinoamericano y la revolución posible; El desexilio y otras conjeturas; Pedro y el capitán;¿ Quién de nosotros? Yesterday y mañana; Primavera en una esquina rota; La tregua; montevideanos; Letras de emergencias; Poemas de la oficina y del hoy por hoy; Inventario; Poemas de otros; Primavera en una esquina rota tal y tal.

Han pasado tres años de su ausencia y lo seguimos extrañando porque como él describió:”La muerte es una traición de Dios” y la muerte de Mario Benedetti es una traición de la vida.

*Investigador y autor.

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