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Emmanuel Carballo fue feliz en Horas de Junio 2012

Por domingo 27 de abril de 2014 Sin Comentarios

El crítico literario, fallecido el pasado 20 de abril, caminó por las calles de Hermosillo y las playas de Guaymas, al lado de su esposa Beatriz Espejo. A sus 83 años, el ensayista conservaba el ímpetu que lo caracterizó toda su vida.  El editor y periodista fue homenajeado en el  XVII Encuentro Hispanoamericano de Escritores.

Por Jaime Chaidez Bonilla*

pag 3 chaidez bonilla1Tuve oportunidad de platicar con Emmanuel Carballo en Horas de Junio de 2012, cuando el crítico fue reconocido en el encuentro literario realizado en Hermosillo, Sonora. A sus 83 años, Carballo lucía lúcido y memorioso, siempre acompañado de su esposa, la también escritora Beatriz Espejo.

En Hermosillo, Sonora, Carballo tuvo un encuentro con escritores y poetas de todo el país que acudieron al festival literario. Paciente y atento, Carballo escuchaba la lectura que hacían varios de los asistentes y luego expresaba su opinión. En todos los casos, el escritor fue directo y contundente. “Soy malo, pero necesario»  llegaba a declarar.

Felicitaba a algunos, descabezaba a otros. El oficio de saber escuchar, leer y hablar tenía nombre y apellido: Emmanuel Carballo Chávez.

Hubo un momento que pudimos sentarnos para platicar. Fue de Hermosillo a Guaymas. Un viaje de rutina que permite a todos los escritores que acuden a Horas de Junio, disfrutar de las playas del Pacífico.

-¿Está satisfecho con su vida?

-No, satisfecho no. He hecho lo que he podido. Una cosa que me satisface es lo que se pueda decir de mí. Mire, a los 20 años la gente dice de uno «es muy valiente», a los 30 le dicen «es muy talentoso», a los 40 es «muy servicial», y a los 50 años «es un hijo de la chingada». Yo tengo 80 y no soy hijo de la chingada ni soy talentoso, soy un hombre dedicado en cuerpo y alma a las letras y a este país llamado México, en el sentido político-social-económico-artístico.

Me  interesa este país, no he migrado de este país, le he dado. Si todos como yo, modestamente, hiciéramos eso, no le pidiéramos sino le diéramos a México una educación adecuada, una política absolutamente honrada y correcta, de acuerdo al momento que estamos viviendo yo me sentiría feliz y me moriría muy tranquilo… pero veo que las cosas no van muy bien.

Eran los tiempos en que se acercaban las elecciones presidenciales de 2012. El país estaba tenso, lleno de manifestaciones, los mexicanos se confrontaban ideológicamente y los índices de criminalidad iban en aumento. Carballo se manifestaba desalentado hacia todos los candidatos.

Le recordé de  sus varios viajes a Tijuana, Baja California, donde lo conocí en los años 80, cuando daba conferencias y clases en el Centro Cultural Tijuana.

¿A lo largo del tiempo cómo ve a Tijuana?

pag 3 chaidez bonilla2-Bueno, es el último rincón o quizás sea el primer sitio donde las cosas están empezando y otra vez, como en 1910, del norte vayan bajando las huestes de una nueva manera de ver México, de entender sus problemas, de salir adelante ante una serie de cosas. Hay que acabar con el narcotráfico pero no hay que acabar con México, el narcotráfico no es México.

Hay que engrandecer a México, no hacer esta guerra estúpida entre los buenos y los malos, esto parece una película de los años 30 de Juan Orol y no un problema internacional.

La culminación de Horas de Junio 2012 fue la entrega de una pequeña escultura de un indio yaqui que representa el homenaje especial que el encuentro literario le dedicó. Emmanuel Carballo expresó:

-“Este reconocimiento es muy especial porque viene de los estudiantes, maestros y escritores. Que no sea el gobierno los que hacen, que sea el pueblo los que hagan el acto. Yo vine fundamentalmente por esto. Este premio es el primero que me dan de este tipo. Es un premio de la gente, se los agradezco mucho”.

Durante 3 días, Emmanuel Carballo se mostró muy relajado. Él, acostumbrado a ser el malo de la novela, fue el consentido de Horas de Junio y disfrutó de los abrazos, los saludos y los libros nuevos que le hacían llegar los nuevos escritores. El mejor crítico literario del siglo XX fue feliz en el calor de Sonora.

*Periodista cultural

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