Nacional

¿Du yu espic inglissh?

Por domingo 16 de febrero de 2014 Sin Comentarios

Por Carlos Lavín Figueroa*

El español es una lengua viva, y es la gente común quien la abona y la poda y no las 22 academias de la lengua nacionales, estas se ven obligadas a ir registrando extranjerismos, llamados xenismos cuando se escriben tal cual del idioma de origen, y registran estas palabras solo para no verse rebasadas y para entender lo escrito y lo hablado, sí, sí, pero aguas*, no quiere decir que todas sean aceptados para ser usadas, “una cosa es juan domínguez y otra cosa es no me chingues”, las palabras que si son aceptadas para su uso son aquellas que no tienen su similar o traducción en el español. Distintos son los neologismos, palabras ya aceptadas para su uso, su registro en la Academia sucede cuando cada palabra se extiende en el tiempo; otros son los modismos pasajeros. Todo dicho de manera general, hay particularidades.

Du-Yu-Espic-Inglissh

A partir del siglo XIX, las palabras de origen inglés o anglicismos son una invasión, surgen entre la comodidad, el esnobismo, la contundencia, quizá también por cierto complejo de inferioridad; en el XX, es por el marketing, la moda y las novedades tecnológicas, empezó con el long play, y siguió por el uso masivo del Internet. En el siglo XVIII, a la llegada de los monarcas borbones a España fue el francés el idioma invasor. En el XVI con la conquista, son palabras de lenguas nativas de América como del taíno, el náhuatl, el quechua, guaraní y aimara las que se introducen al español. En la Edad Media fueron los arabismos, casi todas las palabras que inician con “al” o que llevan “h intermedia son de origen árabe, y antes, el latín lengua madre del español tuvo influencias del griego, y las primeras lenguas de Europa del hindi y otras lenguas de la India, de ahí que son indoeuropeas. La expansión del idioma se da por ornato, y por necesidad cuando no existe su traducción  hispana, es permanente y va aparejada con la mutilación del idioma al sustituir y dejar de usarse palabras españolas por extranjeras.

Lo que sigue es una carta irónico-satírica que circuló y me llegó de España, fue la que provoco este artículo, se anotan solo algunas de las palabras inglesas que son usadas cotidianamente por citadinos, dice:

“Desde que las insignias se llaman pins, los maricones gays, las comidas frías lunchs, y los repartos de cine castings, este país no es el mismo: ahora por ello es mucho, muchísimo más moderno. Antaño los niños leían tebeos (revistas) en vez de cómics, los estudiantes pegaban pósters creyendo que eran carteles, los empresarios hacían negocios en vez de business, y los obreros, tan ordinarios ellos, sacaban la fiambrera al mediodía en vez del tupper-ware.

Yo, en el colegio, hice aerobics muchas veces, pero, tonta de mí, creía que hacía gimnasia. Nadie es realmente moderno si no dice cada día cien palabras en inglés. Las cosas, en otro idioma, nos suenan mucho mejor (hasta para hacer el amor). Evidentemente, no es lo mismo decir bacón que tocino o panceta, aunque tengan la misma grasa, ni vestíbulo que hall, ni desventaja que hándicap. Desde ese punto de vista, los españoles somos modernísimos. Ya no decimos bizcocho, sino plum-cake, ni tenemos sentimientos, sino feelings. Sacamos tiques (tickets), compramos compacs, comemos sándwiches, vamos al pub (bar ingles), practicamos el rappel y el rafting, en lugar de acampar hacemos camping y, cuando vienen los fríos, nos limpiamos los mocos con kleenex.

Esos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres y han mejorado mucho nuestro aspecto. Las mujeres no usan medias, sino pantys, y los hombres no utilizan calzoncillos, sino slips, y después de afeitarse se echan after shave, que deja la cara mucho más fresca que el tónico (agua de colonia).

El español moderno ya no corre, porque correr es de cobardes, pero hace footing; no estudia, pero hace masters, y nunca consigue aparcar pero siempre encuentra un parking.

El mercado ahora es el marketing; el autoservicio, el self-service; el escalafón es el ranking y el representante el mánager. Los importantes son vips, el auricular walkman, los puestos de venta o estanquillos son stands, los ejecutivos yuppies; las niñeras baby-sitters, y hasta nannies, cuando el hablante moderno es, además, un pijo (presumido) irredento. En la oficina, el jefe esta siempre en meetings o brain storms, casi siempre con las public-relations, mientras la assistant envía mailings y organiza trainings; luego se irá al gimnasio a hacer gim-jazz, y se encontrará con todas las de la jet, que vienen de hacerse liftings, y con alguna top-model amante del yoghurt light y el body-fitness.

El arcaico aperitivo ha dado paso a los cocktails, donde se hartan de bitter y roast-beef que, aunque parezca lo mismo, engorda mucho menos que la carne. Ustedes (los de la TV), sin ir más lejos, trabajan en un magazine, no en un programa. En la tele (poda de televisión ya aceptada por la RAE), cuando el presentador dice varias veces la palabra O.K. y baila como un trompo por el escenario, la cosa se llama show, bien distinto, como saben ustedes, del anticuado espectáculo; si el show es heavy es que contiene carnaza, y si es reality parece el difunto diario “El Caso”, pero en moderno.

Ya no ponen anuncios, sino spots, (y tiran bulllets, mensajes cortos de impacto),  que aparte de ser mejores, te permiten hacer zapping. Yo antes no sabía si tenía estrés o es que estaba hasta los cojones”. (Termina la carta). Los paréntesis son deste autor.                    

La mayoría destas palabras puramente inglesas o ya hispanizadas, que surgen principalmente de universidades elitistas y de compañías transnacionales o de quienes han pasado por ellas, y han sido ya registradas por la Academia, se suman cientos que ya aparecen en su diccionario, otras están en ese proceso, esto, aun existiendo, casi siempre, una palabra castellana para cada caso, por lo que pareciera que es algo innecesario, pero va en razón de que todos los idiomas, entre los que destaca el español, tienden a universalizarse con más influencia del inglés americano que del británico, y no solo en el idioma sino también en estilos de vida, los españoles citadinos están agringandose y no britanizandose más que los hispanoamericanos, pero aun así, en Sudamérica a lo muy cool se dice que está coolísimo, lo que en México suena más bien como para referirse a una mujer buena.

Es en ciertas regiones de México, Colombia y el Perú, es donde mejor se habla el español, mucho más que en la misma España donde los aborígenes o indígenas, entiéndase los actuales ciudadanos nativos peninsulares, no se entienden ni ellos, menos cuando son de regiones diferentes, los he escuchado, y es allá, donde surgió el castellano, donde más palabras extranjeras se usan cotidianamente y más se modifica y desarrolla nuestra lengua, de ahí que es una lengua viva.

*Aguas; es una expresión que viene de España y de la época Colonial, se usaba para avisarles a los peatones que tuvieran cuidado con las aguas sucias que iban a tirar desde los balcones, cuando no había alcantarillado.

*Cronista de Cuernavaca.

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