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Una mirada al pasado, personajes de Quilá

Por domingo 17 de junio de 2012 Sin Comentarios

Nueva obra Nicandro Favela Bañuelos, cronista de Quilá.

Por Teodoso Navidad Salazar*

Abrir las páginas de esta obra, es adentrarnos en la historia de un pueblo de rico pasado histórico, porque no es inventario de personas o personajes; es una poderosa máquina del tiempo, que transporta y nos hace viajar para encontrarnos por las polvosas calles de Quilá y sus alrededores, en franco diálogo, con quienes por ese tiempo, influyeron en la política, la economía y la sociedad regional.

Tal vez el nombre del Dr. Eduardo Tatuki Murakami, no diga mucho a algunos, sin embargo, fue un médico eminente, que junto con otros doctores, a solicitud de la familia Redo, llegaron a combatir un brote de epidemia; su gran sentido humanitario y de servicio comunitario salvo de una catástrofe sanitaria a los habitantes de la región.

Estas páginas ofrecen la historia de esas maravillosas mujeres a quienes ni fiestas, lluvia, truenos o cualquier otro compromiso, detenían, cuando se trataba de socorrer a nuestras madres en momentos del parto. Ahí encontramos a Natividad Castro Molares “La Prieta”; Zoila León Arredondo, Josefa Félix Hernández, Victoria Sánchez García, por mencionar algunas.

Y qué decir de quienes nos enseñaron a leer y a escribir, cuando se separaba en los mesa bancos a niños y niñas. Recuerdo cuando los maestros empezaron a sentarnos con niñas, aquello fue una revolución entre nosotros, porque las niñas nos ponían nerviosos.

Era tanta la admiración y respeto por el maestro que nuestras madres decían “aquí le entrego a mijo; se lo entrego con todo y nalgas”. Nosotros sabíamos a qué le tirábamos si desobedecíamos al maestro. Porque nos daba nuestros reglazos y no faltaba quien nos acusara en casa, y el castigo era doble. Aquí no había, como ahora, que no se les debía pegar a los niños, ni los derechos del niño, ni los psicólogos se habían atravesado en la educación. Y NO PASO NADA, aquí estamos.

Mención especial merecen en el texto los músicos, orquestas, tríos, conjuntos y bandas que alegraron bodas, bautizos, cumpleaños y cualquier fiesta, así como los concursos de aficionados en el cine reforma. Fotos y texto, nos llevan de la mano para conocer a María de los Ángeles Morales, virtuosa del piano. Recorremos antiguas casonas que fueron comercios y donde se compraba petróleo, azúcar, o huaraches. Eran aquellos comercios muy completos, antecedente de los modernos supermercados.

El autor nos presenta a personajes dedicados a la agricultura, que emplearon a mucha gente de la región del valle de San Lorenzo. Los transportistas de pasaje y carga fueron también parte importante en el desarrollo de la región de Quilá; ahí tenemos a Francisco Bañuelos Rubio, a Nicandro y Francisco Bañuelos Zazueta; transportistas a los que se les confiaba un pendiente, cuando el interesado no podía ir, o no tenía para el pasaje.

Mención especial merecen los empresarios que arriesgaban su capital en negocios que emplearon a gente de Quilá; nos habla, este libro, sobre personajes originarios de la región del valle del río San Lorenzo, que brillaron en la política, odiados unos, queridos otros.

Hay personajes que siempre están presentes, como los carteros, el funcionario público, el colector de rentas o el juez, el líder agrario o las telefonistas de grato recuerdo, que conectaban con el familiar, la novia, el amigo a larga distancia. El Pity Salomón es otro personaje en esta región, por sus grandes dotes en la aviación admirado por sus alumnos. Este piloto hacía volar no solo las avionetas sino nuestra imaginación infantil. Encontramos a los donantes de una banca en la plazuela y en cuyo respaldo se inscribía el nombre del patrocinador. Estos personajes de alguna forma tienen que ver con la familia, los abuelos, nuestros tíos, amigos y vecinos. Las fotografías y el texto, tienen que ver con los edificios de esta villa; las viejas casonas que resisten el paso de los años; con el quiosco y la plazuela; la iglesia y tradiciones religiosas y milagrosas de la Virgen de Quilá, que sigue motivando la visita de miles de gentes de apartados rincones del país y del extranjero, en franca devoción. El trabajo de Nicandro Favela, tiene que ver con atardeceres y amaneceres; la lucha agraria y ejidos; el viejo río San Lorenzo, comercio y transporte, con los raspados, la comida, hechura de quesos y asaderas, con tortillas hechas a mano por nuestras abuelas y nuestras madres; tienen que ver con el nacimiento de niñas y niños. Todas estas fotografías y sus textos nos llevarán por ese viaje imaginario a los tiempos en que la pobreza material de entonces, no daba para comprar chamarra y nos calentábamos frente a las hornillas donde nuestra madre cocinaba; tiene que ver con el frío, con el atole de pinole y chocolate hirviendo acompañado con gorditas o pan de mujer; tiene que ver con escapadas a cortar mangos u otras frutas de la región, porque de alguna manera todos estamos relacionados con esa forma de existir y venimos de aquella época, por las raíces de nuestros abuelos y nuestros padres. El libro tiene que ver con ese tiempo ido, que se consume a cada instante y que se va, como el agua de las manos, y que no volverá jamás.

Felicidades al cronista de Quilá, Nicandro Favela Bañuelos, por este nuevo trabajo.

*Locutor de Radio y TV.

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