Nacional

Carlos Fuentes “He vuelto a mi casa”

Por domingo 20 de mayo de 2012 Sin Comentarios

Por Marco A. Orozco Zuarth*

Hace ya un poco más de dos años fui al Puerto de Veracruz a saludar al cronista Antonio Salazar Páez y a entregarle un reconocimiento como uno de los pilares de la crónica nacional, firmado por el gobernador Juan Sabines Guerrero; pues por motivos de salud no pudo asistir a los dos últimos congresos nacionales.

Después de cumplido el objetivo, me informó que por ahí estaba su amigo Carlos Fuentes, quien acababa de estar en la Universidad Veracruzana en la inauguración de la cátedra que lleva su nombre y que este año será dedicada a la nueva novela latinoamericana.

Localizado el personaje al otro día, fue de gran alegría al poder compartir el desayuno con el escritor más importante de la literatura mexicana. Él siempre elegante, con una guayabera impecable y con la amabilidad que caracteriza a los grandes personajes iniciamos la conversación; breve por el constante asedio del público.

Comentó sobre la importancia del trabajo de los cronistas y que era urgente la consolidación de nuestra asociación, que a la crónica habría que atenderla mejor por el papel que tiene tanto en la historia como en la literatura. También recordó a su buen amigo Jaime Sabines y a Rosario Castellanos, a quienes conoció pero convivió poco; sin embargo, reconoce el legado literario de estos chiapanecos. Se sentía muy contento de estar en su tierra natal, pues aunque nació en Panamá, se considera veracruzano. Su padre fue diplomático lo que provocó que su niñez se la pasara varias ciudades como: Quito, Montevideo, Rio de Janeiro, Washington D.C., Santiago de Chile, Buenos Aires y la Ciudad de México.

“He vuelto a mi casa”, dijo el escritor Carlos Fuentes durante la inauguración de la cátedra de la Universidad Veracruzana que lleva su nombre y que fue dedicada en el 2010 a debatir el Centenario de la Revolución y el Bicentenario de la independencia de México. Anunció también que donaría su biblioteca a esta universidad y que llevará el nombre de Carlos Fuentes Lemus, en memoria de su hijo fallecido en 1999.

El célebre escritor afirmó que la novela “es como el ave Fénix, que ante los embates de la televisión e Internet, resucita para decirnos lo que se puede decir de otra manera”.

Las verdades parciales propuestas por la novela son un vacío contra las imposiciones dogmáticas. Si los escritores son considerados políticamente débiles y faltos de importancia, por qué los regímenes totalitarios los persiguen como si realmente fuesen significativos”, cuestionó el autor de La región más transparente.

Continuó: “Quizá por la literatura nos recuerdan poderosamente que no hemos dicho nuestra última palabra. Que no hay lema, dogma o discurso que dé cuenta no sólo de lo ya dicho sino de lo que está siendo dicho y sobre todo lo que aún nos falta por decir”.

Explicó que la literatura se parece a la libertad porque la libertad absoluta no existe. La libertad existente es la búsqueda de la libertad acechada por la sabiduría de la muerte, asentó el ganador del Premio Cervantes.

Sin duda, Carlos Fuentes, hoy se encuentra en la gloria, falleció en la cumbre de su trayectoria, reconocido y premiado en todo el mundo, saboreó los frutos de lo intenso y sistemático trabajo que hizo desde su inquieta juventud. Veamos algunos de estos premios:

“Premio Rómulo Gallegos” por Terra Nostra, “Premio Internacional Alfonso Reyes”, “Premio Nacional de Literatura de México”, “Premio Cervantes”, “Legión de Honor”, “Premio Internacional Menéndez Pelayo”, “Premio Grizane Cavour”, “Premio Príncipe de Asturias”, “Medalla Picasso de la UNESCO”, “Premio Internacional don Quijote de la Mancha”, “Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica”, entre otros. Todos estos reconocimientos, lo hicieron candidato para el “Premio Nobel de Literatura”; ya no esperó a que se lo entregaran.

En cuanto a su trabajo literario cultivó casi todos los géneros. Sus novelas más destacadas son La región más transparente, La muerte de Artemio Cruz, Aura, Cambio de piel, Terra Nostra, Agua Quemada, Gringo viejo y La silla del águila. Relatos y cuentos: Los días enmascarados, La frontera de cristal, Inquieta compañía, Las Dos Elenas. Ensayos: La nueva novela hispanoamericana, Tiempo mexicano, Cervantes o la crítica de la lectura, Nuevo tiempo mexicano, Los cinco soles de México: memoria de un milenio. Teatro: Todos los gatos son pardos, El tuerto es rey, Ceremonias del alba.

Quien no recuerda algún párrafo de la Región más transparente, y pensar que estaba hablando del Distrito Federal.

*Presidente de la Asociación de Cronistas del Estado de Chiapas A. C.

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