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Así pensaban los constituyentes

Por domingo 12 de febrero de 2012 Sin Comentarios

Los hombres del presente siglo solo deben tener una religión: la patria; y dentro de esa religión venerar a un solo Dios: la libertad.
Ernesto Meade Fierro. 2° Distrito de Coahuila.

Por Óscar Lara Salazar*

Son las tres de la tarde con treinta minutos del día primero de diciembre de 1916. En el Teatro Iturbide, hoy Teatro de la República en Querétaro, se cuenta con una asistencia de 151 diputados constituyentes. El primer jefe del ejército constitucionalista y encargado del Poder Ejecutivo de la República, don Venustiano Carranza, toma asiento a la izquierda del presidente del Congreso Constituyente Lic. Luis Manuel Rojas.

Querétaro se convirtió en el centro de la atención nacional. La ciudad queretana; colocada en el declive de una loma que desciende de oriente a occidente. La mayor parte de su caserío se asienta en un valle que limita, por el rumbo poniente, con la pequeña elevación del Cerro de las Campanas; tiene por el norte un pequeño río y por el sur la preciosa alameda que se extiende hacia los campos cubiertos de hermosos sembrados.

Ahí, en esa ciudad hermosa se daban cita con la historia en un encuentro por la nación; poetas de luminoso estro; oradores de brillantes metáforas y de convincentes razones; periodistas de agilísimo estilo; abogados de profundos conocimientos en las sutiles ramas del derecho; militares revolucionarios, fogueados en los propios campos de batalla; más, entre todos ellos, doradas espigas de ubérrimas cosecha, voces sonoras de armoniosa polifonía.

“Cuando me propongo repasar la lista de los constituyentes –dice Juan de Dios Bojórquez, constituyente y escritor- aquella lista que tantas veces pasé en la tribuna de Querétaro, me pongo triste y me abruma la melancolía… lo sucedido en la histórica asamblea que dio a México su Constitución Política, la de 1917, que logró unificar a los revolucionarios de todos los matices. Con su Carta Magna, nuestra patria alcanzó la paz orgánica y la satisfacción de los más caros anhelos populares. Por eso prevalece, admirable y respetada.”

Creo que en el reciente marco de la fecha conmemorativa de la Constitución Política de México, bien vale la pena recordar parte de la esencia del pensamiento de algunos hombres, que sus ideas constituyen las raíces de la Constitución. De esa forma tendremos mayores elementos de juicio para juzgar la vigencia y viabilidad de nuestra Carta Magna como eje rector del desarrollo del país.

Estos son solo algunas síntesis de las ideas expuestas en aquellas históricas sesiones.

Héctor Victoria

3º Distrito de Yucatán

Los incondicionales de todas las épocas, han sido parásitos alimentados en las ubres fructíferas del presupuesto oficial. ¿Cómo exigirles a esos entes sin convicciones, abnegación, desinterés y todas esas grandes cualidades que señalan a los grandes revolucionarios, si no han sentido nunca los dolores del pueblo; si sus ideales han marchado en razón directa de sus digestiones?

Ramón Fausto

1° Distrito de Guanajuato

Y medité un momento, a la salida del Congreso Constituyente. Vi el majestuoso desfile de ideas como si fueran siglos en marcha. Y entonces comprendí que la labor de los hombres de la revolución entre los que yo era una unidad imperceptible, haría una nueva patria grande y fuerte; que por aquella, los hombres de la América Latina tendrían orientaciones no previstas en las teorías de un rancio derecho constitucional y que estamos frente a frente a la mayor transformación de un pueblo hacia la verdadera libertad.

Félix F. Palavicini

5° Distrito del D.F.

En México no triunfan los hombres de talento, sino los de trabajo: este es un país de pereza y sueño; los que laboran y viven despiertos son los que dominan.

Antonio Ancona Albertos

1° Distrito de Yucatán

Yo creo en la patria, como los antiguos creyeron en Dios. No la discuto ni permito que se le discuta, y creo así mismo que los sacudimientos de México están abriendo el surco de la futura civilización hispano americana.

Rafael Vega Sánchez

5° Distrito de Hidalgo

Es la juventud revolucionaria la mejor significada en esta excelsa justa legisladora. Frente a las decrepitudes conservadoras y tímidas se ha levantado la voz de una generación robusta que ha sabido vivir su época. Llevamos pues en nuestro espíritu las seguridades del triunfo popular que ya pregonan nuestras clarinadas gloriosas. El pueblo deberá a las energías juveniles el florecimiento de una constitución generosa y justa.

Ramón Gámez

4° Distrito de Nuevo león

Cuando el pueblo mexicano llegue a tener verdadero carácter nacional, carácter del que hoy carece, entonces, y solo entonces, podremos comprender que hoy llamamos patria al territorio en que hemos nacido esclavos: esclavos en la conciencia, esclavos en la razón, esclavos en la libertad. Entretanto y ya que nuestra obra redentora en este Congreso Constituyente trasciende poco a poco el fondo del problema sociológico, dejemos a la naturaleza que obre por si misma. Ella, al menos, no es transgresora de sus leyes.

Ernesto Meade Fierro

2° Distrito de Coahuila

Los hombres del presente siglo solo deben tener una religión: la patria; y dentro de esa religión venerar a un solo Dios: la libertad.

Rafael De Los Ríos

7° Distrito del D.F

La pasión no puede suprimirse de las luchas políticas: el alma de los hombres es estremecida y estremecible como el mar. La pasión es el huracán que la agita, él viene de lo infinito y la hace entonar himnos o rugir según el encanto o el horror que traiga escondida entre sus alas.

Francisco Figueroa

6° Distrito de Guerrero

Cuando los maestros constitucionalistas modelen, en la escuela, el alma nacional, deberán formarla muy inteligente, muy ilustrada, y sobre todo muy buena; porque es necesario ser instruido, es admirable ser sabio, es conveniente ser rico, pero ser feliz es mejor que todo lo anterior.

Marcelino Cedano

2° Distrito de Tepic

Para ascender a la cumbre solo hay dos caminos: el que siguen las águilas en vuelo audaz y majestuoso. Otro, el que siguen las víboras, arrastrándose miserablemente. La elección es fácil, porque si no se puede ser águila, no deberá ser reptil, porque éste tendrá que ser pasto de aquella.

El pensamiento de aquellos hombres hoy sigue vigente porque vigente sigue la Constitución que ellos lograron aprobar en la ciudad de Querétaro en febrero de 1917.

En orden de ideas, bien vale la pena concluir este artículo con las palabras de Heriberto Jara, cuando sostenía “No obstante todos esos postulados tendientes a resolver esenciales problemas de la nacionalidad y del pueblo, constituyen en realidad puntos de partida, cimientos desde los cuales habrá de proyectarse hacia el porvenir el incesante progreso histórico de la nación, hacia la realización del más noble objetivo de nuestra revolución y de nuestra Carta Magna: esto es, la grandeza de nuestra patria.

*Diputado Federal/Cronista de Badiraguato.

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