Nacional

VIVIR PARA EL BUEN MORIR

Por domingo 30 de junio de 2019 Sin Comentarios

ALBERTO ÁNGEL “EL CUERVO”

Al final del camino… ¿Qué nos espera…? Siempre ha sido este tema algo que permanece en la inquietud de todos… Al final de los tiempos… Porque los tiempos se detienen cuando finaliza la obra propia… La eterna pregunta es: ¿Cómo irá a ser el final…? Podría decirse que todos soñamos con una muerte digna y tranquila… Despedirnos como lo hacían los viejos de antes… Llamar, tal vez, a cada uno de los integrantes de la familia al lecho de muerte y hablar todo lo pendiente… Qué no quede nada por aclarar para poder, ahora sí, descansar en paz…

—Sí, pero ni modo que te apartes del mundo y dejes que te venza la muerte porque te niegas a utilizar la tecnología contemporánea…. Eso, sería ser derrotista o, como le llaman ahora, un “looser”, un perdedor…

—Ese es justo el problema, el conflicto, el desacuerdo, o como quieras llamarle… A todos, o a casi todos, les cuesta muchísimo el contemplar la muerte como parte de la vida… No pueden evitar aunque sea allá en el fondo de su pensar y su sentir, el llegar a creerse inmortales… Y por eso se busca con afán desmedido el prolongar la existencia a grados verdaderamente ridículos, patéticos… Por eso, surge entonces, a la par de la “moderna tecnología”, esa búsqueda criminal de alargar la existencia a costa de lo que sea… Por eso, paradójicamente, se intenta alargar la vida gracias a la muerte de otros… ¿Tienes idea de la cantidad de muertes de inocentes que se producen debido al tráfico de órganos…? Para que un anciano poderoso y patético continúe en su silla de ruedas, con su tanque de oxígeno y su próstata cancerosa insultando prepotentemente a sus sirvientes “viviendo”… ¿En verdad crees que eso es algo que merezca elogio…?

—No, claro que no… Pero no me vas a negar que el hecho de que haya quien luche por mantenerse con vida como un gran guerrero, es tremendamente elogiable en cualquier caso pues en cualquier caso, el que lucha por sobrevivir es un guerrero…

—¿En cualquier caso…?

—Pues sí… En cualquier caso, porque no es fácil hacerle frente a la muerte con todas las fuerzas y vencerla…

—¿Vencer a la muerte…? ¿En verdad crees que se puede vencer a la muerte…? La vida y la muerte son compañeras de juegos, son cómplices que se divierten jugando a los volados con los títeres y su destino que somos nosotros…

Creer que logras vencer a la muerte es tanto como creerte que eres Dios… Por eso continúan los “Frankenstein” intentando burlar el final de la vida… Por eso tanta aberración en la conducta humana que en muchos casos es para dar vergüenza de pertenecer a esta especie que se ha dedicado a depredar estúpidamente sin darse cuenta que sólo está motivando su propia extinción…

–¡Bájale… Bájale dos rayitas, mano…! Suenas como a filósofo barato caray… ¿Qué culpa tienen aquellos que luchan por seguir viviendo? O acaso, según tu pensar de pacotilla cuando a alguien le dicen que se va a morir ya solamente debe aceptarlo y ponerse a llorar por los rincones como un cobarde… ¡Para nada…! Es necesario ponerse los pantalones… A la muerte hay que enfrentarla con los tompiates por delante…

—¿No crees que sería mejor enfrentar a la vida…?

—¿Cómo…?

—Sí… Enfrentar a la vida de manera adecuada, honorable, digna… Los antiguos mexicanos decían que hay que vivir cada día pensando en el buen morir… Si la gente considerara a la muerte como parte inevitable y omnipresente de la vida… Si se dieran cuenta de que a cualquiera, a la edad que sea y en la circunstancia que sea puede terminársele el camino en cualquier instante, creo que cobrarían conciencia de todo y de esa manera les resultaría mucho más fácil aceptar el final… De esa manera, la frase “descansar en paz” no sería solamente algo así como una receta que se repite como perico cada vez que alguien se va… De la misma manera, si se aceptara con plena conciencia a la muerte como parte de la vida con toda la fragilidad y brevedad que conlleva y por ende lo sorpresivo que la muerte puede ser siempre, cuidaríamos con mayor afán las cotidianeidades como el tesoro que son en toda su valía… No estaríamos viviendo la muerte que le infringimos al planeta con nuestra conducta, no padeceríamos todo lo que estamos padeciendo por la forma absurda de inconciencia que nos caracteriza… Y quiero señalarte que no estoy predicando la teoría holística que muchos en la actualidad intentan considerar… No, estoy hablando de esta vida, o esta etapa de la vida, la terrenal…

La charla continuó… Si sirvió de algo o no, es algo que solamente con el tiempo se llega a saber… Es muy curioso, pero solamente cuando sentimos a la muerte rondar en cercanía, pareceríamos cobrar conciencia de la brevedad y fragilidad de la vida… Cuando que, como decía el Maestro Sabines: “Que voy a morir pronto… Lo sé… Siempre será demasiado pronto…” y es que “esto es urgente, amor… Porque la eternidad se nos acaba…” Ojalá que todos, un día, lográramos introyectar la filosofía de los antiguos mexicanos… Es necesario tener presente siempre que, para poder amar los valiosísimos tesoros que la vida nos regala en cada instante, para poder conservar y defender valores, bienes, paisajes, amores, vida, es necesario no perder de vista que la muerte, parte de la existencia, permanece a nuestro lado inevitablemente.

México-Tenochtitlan, otoño de la vida.

* Autor, intérprete, pintor

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