Editorial

Editorial Nº 264

Por jueves 31 de diciembre de 2015 Sin Comentarios

Siempre que termina un año, llega un momento donde este editorialista celebra logros, reflexiona sobre los obstáculos, reconoce errores y se promete que lo que no finalizó en el que se despide, en el próximo ¡sí! lo hará. Entonces al 2015 que se marcha le canto con cierto tono de nostalgia como el amigo que se va y enarbolo una sonrisa como bienvenida al 2016 que llega. Desde luego consiente que hay una multitud para la que las celebraciones del año viejo y el nuevo, sólo son unas fechas más en un calendario marcado por terribles condiciones de pobreza. Entonces pienso en ellos, en las victimas de la violencia, de la marginación y la injusticia, en los “Nadie” como los llamó Eduardo Galeano y me doy cuenta que la tarea sigue siendo: un mundo mejor para todos.

Nuestro deseo:

Los últimos alientos del año 2015 se dispersan en el recuerdo y en la edición doscientos sesenta y cuatro del informativo originario de la Atenas de Sinaloa con la que le decimos adiós. La vida continua y por tradición se comparte el deseo de que este ciclo de 365 días, sea mejor al anterior, que el bien social, ecológico, humano y el futuro donde la paz, la libertad, la cultura, sean los elementos que ayuden a vencer a la violencia; es el deseo de los que colaboramos en las diferentes aéreas de realización de La Voz del Norte para los lectores, distribuidores solidarios, patrocinadores y todos los que nos acompañan en la tarea de difusión de la cultura. Y para celebrar al que inicia, compartimos fragmentos del soneto de Salvador Novo.

“1955, Un año más”

Un año más sus pasos apresura; / un año más nos une y nos separa; / un año más su término declara/ y un año más su limites augura.

Un año más diluye su amargura; / un año más sus dones nos depara; / un año más, que con justicia avara/ meció una cuna, abrió una sepultura.

En este este doceavo mes del 2015, temporada de fiestas decembrinas me llega una especie de pensamiento religioso y deseo Paz en la Tierra para hombres y mujeres de buena voluntad; y a nivel personal siempre repito; deseo para ustedes lo mismo que deseo para los míos:

Felicidades

de Mario Arturo Ramos

Juan Cervera Sanchis

CANTAR DE CIEGO

La acacia y el eucalipto, el álamo y la morera,

la margarita y la malva y el naranjo y la palmera.

De día yo le canto al mar y de noche a las estrellas.

Si no existieran los nardos, si las rosas no existieran,

Si existieran los claveles y las blancas azucenas.

Si tú y yo, si todavía… La vida es una cadena que sin más la vida misma un día desencadena.

Piensa, piensa, piensa y calla y calla y calla y piensa

La muerte…¿Quién es la muerte? La muerte, ¿piensa o no piensa?

¡Quién supiera si la muerte es o no es una respuesta

a esto que llamamos vida! ¡Quién supiera, quién supiera!

Yo que soy tú se que yo he perdido la cabeza

y ando dando traspiés por el barro y por la arena,

hijo huérfano del polvo y viudo de la belleza.

Yo el sin tú, él muerto de sed y, como la hierba seca,

suplicándole a las nubes que van de paso que llueva.

Alas que nunca volaron, raíces sin agua ni tierra

y una luna sin memoria en tu mirada desierta

recordándome la noche, aquella noche… ¿Recuerdas?

El olvido es infinito y es infinita tu ausencia.

Si no se por qué ni cuándo….Si delira la tristeza.

La acacia y el eucalipto, el álamo y la morera,

La margarita y la malva y el naranjo y la palmera.

Si te digo Andalucía… Si México te dijera.

El sol llora, llora y llora y están gritando las piedras.

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