Nacional

En los primeros de mayo murió el Cesar cubano del bolero

Por domingo 26 de mayo de 2013 Sin Comentarios

Por Mario Arturo Ramos*

“No existe un momento del día
en que puede apartarme de ti
el mundo parece distinto
cuando no estás junto a mí.”
“Contigo en la distancia” Cesar Portillo de la Luz

El 31 de octubre de 1922 en La Habana, Cuba, nació Cesar Portillo de la Luz, guitarrista, compositor intérprete y buen amigo, que lleno de amor a los melómanos y de afecto a sus amigos. La mañana del cinco de mayo en las costas del Golfo de California o Mar de Cortés, sonó el celular con una llamada de mi compañera, al contestarle con voz grave me avisó que había muerto el cancionista Cesar Portillo de Luz el día anterior en su ciudad natal, a los noventa años. Como siempre que finaliza la vida de un artista, llegó a la memoria la tarde que lo conocí en el malecón de la capital de la dignidad, esa que es bañada por las aguas del Caribe.

“Si pudiera expresarte
como es de inmenso
en el fondo de mi corazón
mi amor por ti”

“Tu mi delirio” Cesar Portillo de la Luz El verano de 1973, invitado por lo que hoy es el Instituto Cubano de la Música, asistí a un coloquio sobre la canción latinoamericana, los ponentes eran una buena cantidad de estudiosos y conocedores del origen y presente del arte canoro. En mi intervención conté como la canción cubana y la mexicana históricamente van agarradas de la mano por la historia cancioneril de nuestros pueblos iberoamericanos y que han influido en otras latitudes con sentimientos, melodías y textos. Al finalizar las sesiones, Saúl Aldanaz, Raúl Yáñez, Maximino González, junto a otros creadores organizaron en el viejo hotel Capri -ubicado en la zona del Vedado- una reunión con público y conferencistas, Yáñez con una bonhomía generosa me llevo a saludar a un grupo de comensales que con avidez bebía café sin parar. La mesa estaba integrada por José Antonio Méndez, Sara González, Pedro Luis Ferrer, etc., etc., y un hombre de gesto adusto llamado Cesar Portillo de la Luz, insigne compositor de: “Contigo en la distancia”, “Tu mi delirio”, “Noche cubana””Realidad y fantasía”, Vuelve a vivir” entre otras obras. Al saludarlo y mostrarle mi admiración por sus inigualables canciones, el integrante del movimiento bolerístico “Feeling”, que revolucionó armónicamente el bolero, sonrió levemente y propuso una reunión la mañana siguiente, en el Restaurante Varsovia, donde comentó tendremos tiempo de disfrutar el alimento y de charlar. Así dio inicio una amistad que nos permitió reencontramos en otras partes del mundo, Madrid, Caracas, Ciudad de México, Puerto de Veracruz, Querétaro, tal y tal.

“Este amor delirante
que abraza mi alma…”

Cesar fue un hombre comprometido con la Revolución cubana, un compositor con sentido crítico que destilaba ironía cuando algo no le gustaba, un enamorado de la música de Agustín Lara, un hombre integro y un buen gourmet. Tuve la oportunidad de compartir -como aquel lejano día- que lo conocí, momentos inolvidables a su lado, donde el tema fue la canción y las condiciones de explotación que sufren creadores y recreadores. El “Sargento malacara” -como le llamaban sus detractores-, me acompañó a festivales y celebraciones de cumpleaños; cómo olvidar su presencia en la delegación Hércules, donde en el viejo cine fue jurado de una sesión del Festival de la Canción Queretana y más tarde en la vieja casa de Felipe Luna, donde guitarra en mano junto a mi amigo el argentino Jorge Casarín, deleitó con su arte a los pocos que nos reunimos a disfrutar del canto; cómo no recordar que en mi domicilio de Reforma e Insurgentes, en la vieja Tenochtitlán un nocturno 15 de diciembre, cantó y canto, aceptando que al día siguiente, Sergio Arturo Venegas Alarcón le hiciera una entrevista para ser publicada en la Revista Querétaro, que Venegas dirigía con sapiencia, o aquella deliciosa comida junto a Alfonso García y Marco Antonio León donde compartimos la sal, el pan y el vino en un comedero chilango.

“No hay bella melodía
en que no surjas tu,
ni yo quiero escucharla
si no la escuchas tu”

La obra de Portillo de la Luz fue cantada por Placido Domingo, Cristina Aguilera, José José, Luis Miguel, Pedro Vargas, Pedro Infante, Nat King Cole, María Bethania,y centenares de cancionistas que la llevaron por el mundo deleitando a los románticos de ayer, hoy y siempre. Por eso, en estos primeros de mayo que se marchó para siempre un auténtico cantor que dejó como patrimonio su obra, recuerdo a mi amigo cubano con un fragmento de “Contigo en la distancia”: “Es que te has convertido, en parte de mi alma… Descanse en paz , el Cesar cubano del bolero.

*Investigador y autor.

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