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Columba: una diva sonorense

Por domingo 17 de agosto de 2014 Sin Comentarios

Por Sylvia Teresa Manriquez*

pag 3 sylvia manriquez1“Amo la vida, por eso le canto y hablo de ella; la muerte para mí no existe, hay que mandarla, como si fuera una canica, para afuera” Columba Domínguez.

Guaymas, Sonora: tierra de presidentes, divas y grandes artistas. Como  se constata en la figura de Jorge Russek, Oscar Morelli, Silvia Pinal, Alberto Vázquez y Columba Dominguez.

Nacida en Guaymas el 4 de marzo de 1929 y falleció el 13 de agosto de 2014. Su familia se trasladó a la Ciudad de México cuando aún era niña. A los 14 años incursionó en el cine; impulsada por el director Emilio “El Indio” Fernández, pronto destacó en el celuloide.

Como hermosa mujer sonorense, de rasgos mexicanos muy marcados, su garbo y figura imponente atrajeron la atención de el “El Indio” Fernández, convirtiéndose más que en su musa, en su compañera.

En 1945 debutó en cortometrajes y cintas como “Pepita Jiménez” y “La Perla”, y “Río Escondido” en 1947. Más tarde actuó en “Maclovia” (1948) trabajo que le hizo merecedora al premio Ariel en la categoría de coactuación femenina.

El éxito le llegó en 1948 cuando protagonizó “Pueblerina”, película de la que se dice es la mejor de “El Indio” Fernández y una joya de la cinematografía nacional.

Columba fue acompañada en “Pueblerina” por Roberto Cañedo. La cinta se presentó en el Festival de Cine de Karlovy Vary, antigua Checoslovaquia, con tal éxito que su fama recorre el mundo. Segun algunos  críticos, la   secuencia en que Roberto y Columba bailan “El palomo y la paloma” en “Pueblerina” es suficiente para justificar la existencia del cine mexicano.

Filmó “L’edera” en 1950, en Italia, con el personaje principal. Le siguió la película “Un día de vida” con gran éxito en Yugoslavia pero desapercibida en México.

Fernández la había encasillado en papeles autóctonos, por lo que Columba se separó laboralmente en 1952, teniendo oportunidad de trabajar con otros directores y consolidar su papel de primera actriz. Travajó bajo la dirección de Luis Buñuel, Fernando Méndez, e Ismael Rodríguez.

Se dice que Columba realizó el primer desnudo oficial del cine mexicano en 1956, en la película “La virtud desnuda”.

Sin lugar a dudas se le recuerda como diva del cine mexicano aunque también se dedicó a la pintura, la danza, el piano y practicaba esgrima. Además, dirigió cinco cortometrajes entre los que destaca “Catemaco mágico en Veracruz”. Además, en 1987 escribió el libro «Emilio, El Indio que amé».

Su última participación en el cine fue en la cinta “En el último trago”, un homenaje al cantante y compositor José Alfredo Jiménez bajo la dirección de Jack Zagha, presentada en 2014 en el festival de Cine de Guadalajara.

También trabajó en televisión destacando su protagónico en las novelas históricas “La tormenta” (1967) y “El carruaje” (1972).

A lo largo de su carrera se le otorgaron varios reconocimientos, como la medalla “Virginia Fábregas” otorgada por la Asociación Nacional de Actores en reconocimiento de 25 años de trayectoria artística ininterrumpida. En 2008 se le rindió homenaje durante el festival Internacional de Cine de la Frontera, en Ciudad Juárez y en 2013 se le otorgó nuevamente el Premio Ariel de Oro en reconocimiento a su trayectoria.

El 13 de agosto de 2014 falleció Columba Domínguez, a consecuencia de un infarto, después de padecer una larga neumonía.

Se apagó una vida gestada en tierra sonorense, que lució majestuosa para el mundo entero. Una mujer que dejó profunda huella en el cine mexicano, cuya imagen mexicana fue inmortalizada por Diego Rivera,  Miguel Covarrubias y Jesús Guerrero Galván.

*Comunicadora

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