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REFLEXIONES SOBRE LA FUNDACIÓN DE SANTIAGO DE QUERÉTARO

Por domingo 28 de julio de 2013 Sin Comentarios

Por Andrés Garrido del Toral*

Los historiadores románticos de Querétaro –desde don Valentín Frías y Frías-, han sostenido la versión de que la fundación de Santiago de Querétaro ocurrió en el mes de julio año de 1531, concretamente el día 25, festividad del apóstol patrono, pero a partir del estudio más científico y rigorista de la historia local el dato tradicional parece venirse abajo ante la contundencia de pruebas que sostienen otras hipótesis, como las planteadas por el docto Wigberto Jiménez Moreno hace tres décadas al investigar las fundaciones de San Miguel el Grande (hoy de Allende) y de nuestra ciudad.

Reflexiones

Con este ensayo no pretendo ofender las creencias del queretano, sino hacer una relación de las diferentes versiones con sus elementos de prueba. Para ello comienzo con el trabajo del historiador José Antonio Cruz Rangel denominado “Querétaro en los umbrales de la conquista”, el cual se apoya fundamentalmente en la recuperación de dos documentos inéditos: La “Relación de los caciques de Xilotepec” y la “Relación del cacique chichimeca de Tlachcouerétaro”, fuentes encontradas en el libro de protocolos del escribano Cristóbal de Tapia correspondiente al año de 1554, mismo que se conserva en el Archivo General de Notarías del Estado de Puebla. Cruz Rangel aporta datos interesantes como el hecho del descontento de los jefes chichimecas de la región y su vano intento por recuperar sus tierras de las que se sentían injustamente desplazados al darse la expansión otomí favorecida por la caída de Tenochtitlan y el rompimiento del “equilibrio inestable” que se daba entre mexicas y purépechas al considerar al valle de la hoy ciudad capital del Estado como tierra de frontera entre ambos reinos. También es digno de destacar que el autor en cita se opone a Jiménez Moreno en cuanto éste considera que el Tlachco o Tlaxco (deformación del anterior) que aparece en la Matrícula de Tributos y el Códice Mendocino bajo la jurisdicción de Xilotepec no es Querétaro ni ningún otro que no sea el actual Taxco del Estado de Guerrero; Cruz Rangel, a partir del documento notarial de 1554 arriba citado, sostiene que hay elementos que confirman la existencia de un asentamiento denominado Tlachco-Querétaro en la época prehispánica, el cual dominaba el valle del mismo nombre durante el siglo XV y principios del XVI, porque además de los documentos mencionados está el relativo al otorgamiento de caballería y media de tierras a Juan Jaramillo el 8 de noviembre de 1543 en que se nombra a Querétaro como Tlachco, vocablo nahua que significa “ en el juego de pelota”, así como Querétaro es una deformación del vocablo tarasco Queréndaro que significa “lugar de peñas”, resultando este último para los chichimecas “un nombre impuesto” por haber sido obra del advenedizo Conin. Llama la atención que Fernando de Tapia y su hijo Diego lucraban en su beneficio al convertirse en los primeros gobernantes de esta tierra, y que múltiples problemas y reclamos surgieron de esta situación, por lo que las autoridades virreinales enviaron visitadores para poner orden en las tasaciones y pagos de tributos. Otra de las quejas contra los Tapia es que rentaban a los naturales como tamemes o cargadores, por lo que no tardó en llegar la suspensión del cargo de don Fernando de Tapia fundamentada en la corrupción de su gestión y en el hecho de no ser oriundo de Querétaro. Claro que esta última acusación era subrayada por los chichimecas oriundos de esta zona que se sintieron desplazados y despojados por los otomites de Xilotepec traídos por Conin, y éste no se quedó cruzado de brazos, por lo que en 1571 presentó su relación de méritos y servicios prestados a la Corona, pretendiendo para él y sus descendientes la gubernatura por haber pacificado muchos chichimecas.

Manuel Septién, sin mencionar la fuente de la que extrajo el dato, sostiene que al hecho consumado de la fundación de Querétaro en 1531 siguió la autorización de la corona española en 1537 para que un cabildo indígena tomara posesión formal en 1540, y que finalmente el pueblo de Querétaro se estableció en su actual sitio hasta 1550. Ante los anacronismos e inconsistencias de las versiones tradicionales, David Wright concluye que “en algún momento de la década de 1530 estos otomíes se trasladaron a La Cañada, llamada Andamaxei, donde permanecieron durante algunos años. Hacia 1541llegó Pérez de Bocanegra; los indios se bautizaron y salieron de La Cañada para fundar el pueblo, probablemente donde ahora se encuentra el centro histórico de la ciudad de Querétaro.” Por otra parte, Jiménez Moreno propone la fundación de Querétaro en 1532 cuando pasó por la región Maximiliano de Angulo y concluye que “Querétaro se fundó varias veces…Hubo una fundación en 1537, eso fue en el lugar que se llama Carretas, pero como esas tierras resultaron muy cenagosas, en 1550 se traslada al sitio que actualmente ocupa.” Cruz Rangel hace notar que el testimonio de Angulo coincide con lo expresado en los documentos del escribano Tapia, donde si bien nunca se mencionan las múltiples fundaciones, los interesados consideraban al pueblo de Tlachco-Querétaro de 1554 como el propio donde moraban los chichimecas desde tiempos remotos, aunque el asentamiento prehispánico no coincida exactamente con el pueblo colonial, ya que ellos lo consideraban como una unidad de su dominio. La Relación de los caciques de Xilotepec, estudiada por Cruz Rangel, contradice la versión generalizada de que éstos se hubieran aliado a Conín en la conquista del Bajío, ya que consideraban a éste usurpador y macehual, es decir, gente del vulgo sin mérito alguno en las aristocracias indígenas. La acción ante la Corona para restar méritos a Conín fue impulsada por Alonso Poalcyn, el hasta ahora ignorado señor y gobernante del pueblo prehispánico de Tlachco, del que sus padres y abuelos fueron naturales antes de que Fernando de Tapia viniese. Finalmente Poalcyn fue dotado por el virrey de Velasco en 1551 con una encomienda en San Miguel, perdiendo su pretensión queretana ante Fernando de Tapia, al que se le dieron cinco mercedes el 20 de agosto de 1562. Sin restar méritos a Conin en la conformación de lo que hoy es la queretanidad, es justo reconocer que la versión de los documentos estudiados por Cruz Rangel es la visión de los vencidos a nivel local, aunque también nos demuestran que Fernando de Tapia, por sus intereses personales o no, inició un movimiento para independizar a Querétaro de la jurisdicción de Xilotepec y obtener mayor autarquía y autonomía en la estructura de la geopolítica virreinal. Para terminar, diré que el estudioso Juan Ricardo Jiménez Gómez afirma, después de muchos años de investigación seria, que efectivamente Querétaro se fundó a principios de los años treinta del siglo XVI, pero en donde no tiene duda es en sostener que no fue en un mes de julio.

*Cronista del Estado de Querétaro.

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