Nacional

CANCIÓN TRADICIONAL… CANCIÓN TESTIMONIAL

Por domingo 30 de septiembre de 2018 Sin Comentarios

ALBERTO ÁNGEL » EL CUERVO «

 —¡Mi querido Antar, no lo puedo creer!
—Muchos ayeres, mi querido Alberto…
—Muchos ayeres, sí… Largo camino recorrido desde aquel “te recuerdo amanda”…
—Te recuerdo Amandaaaaa/ la calle mojadaaaa/ camino a la fábrica…/ donde trabajaba Manuel… ¡Qué recuerdos, mi Cuervo… Qué recuerdos!
El encuentro con Antar López, hizo que la remembranza se agolpara de pronto en la memoria y la emoción… Ya el evento en turno per se era tremendamente emotivo en tanto que se intentaba vincular el cincuentenario del movimiento estudiantil de 1968 con la intención nacionalista girando en torno a la música tradicional mexicana… Comenzaron las evocaciones de todo lo acontecido en aquellos años de lucha, cuando la poesía, el canto, la palabra eran el fusil para elevar el grito por la justicia…
Cuando los sueños de aquella generación se mantenían en alto gracias en parte a la presencia de la música que se gestaba, se recreaba, se cantaba para fortalecer el espíritu…
Años de temor, de conflicto, de intentar comprender el por qué de muchas dudas… Prueba de sonido… “¿Necesita monitor, Maestro…” Sí, por favor y deme más volumen en la armónica…” “Yo no me escucho, más vihuela por favor” “la luz a los atriles para poder leer” y tercera llamada… Me sentía con todos los nervios de un debutante…
—¿Quieres que te anuncie, o te dejo entrar solo…? Yo creo que mejor tú sólo… O qué piensas…
—Preferiría que tú me presentes, mi querido Antar, de ese modo comienza la vinculación desde el presentarme…
—De acuerdo, tengo pensadas unas palabras para hacer una presentación adecuada espero te guste…
—Adelante, mi Antar… Por toda la remembranza, por los hermanos idos…
—Por los hermanos idos… Y a teatro lleno, se abre el telón después de una emotiva presentación que me hizo Antar López transportándome a aquella mágica peña Tecuicanime donde tantas veces compartimos con Los Folkloristas, Oscar Chávez, Tehua, Sanampay, Gabino Palomares y muchos muchos más…
La gente atenta, yo de charro pero los compañeros músicos, no obstante traer instrumentos tradicionales como vihuela, guitarra y algunas percusiones mestizas, no constituían propiamente dicho un mariachi… Lo primero que hago es señalar “hace mucho tiempo que no portaba esta prenda de luto den atuendo nacional masculino, la corbata negra de charro. “El luto es por todos los hermanos que cayeron en la lucha…
En honor a ellos, en su memoria…” Un grito surge del público: “¡Dos de octubre, no se olvida!”… toda la gente comienza a corearlo… La emoción se desborda y con mi gesto pido calma para comenzar… Los estudiantes, digo, en aquella época fuimos calificados como delincuentes…
Todo comenzó como una gresca sin importancia entre dos escuelas que representaban cada una a su institución UNAM e IPN… La represión se dejó sentir de inmediato…
El gobierno intentaba aparentar absoluto control pada “maquillar” la realidad ante los visitantes que llegarían por la olimpiada… Ante la represión, la protesta… De nueva cuenta la represión con mayor severidad…
Y de ahí, el pensamiento crítico, la actitud pensante, la organización estudiantil y por último, el llamado a la huelga que en un principio fue por parte de las dos principales instituciones educativas del país… Se une la Normal, se une Chapingo y muchos más… La represión continúa… Surgen los comites de huelga y de lucha… Cada asamblea se pasaba lista de presentes y se notificaba de aquellos compañeros que estaban en calidad de desaparecidos…
De quienes se tenía el dato, se daban las noticias de dónde estaban recluídos o en su caso hospitalizados… De la misma manera, se notificaba de aquellos compañeros que habían logrado salir de la prisión. El caso es que ser estudiante, era lo mismo que ser criminal… De hecho se nos acusaba de sedición social como gran delito.
Después de exponer lo anterior, hablo un poco acerca de la manera en que este movimiento nos permitió acercarnos a los pueblos hermanos latinoamericanos y el fortalecimiento de dichos lazos por medio de la música. Violeta Parra, indudablemente fue un referente de aquella música y de aquellos tiempos…

Que vivan los estudiantes
Jardín de nuestra alegría
Son aves que no se asustan
De animal ni policía
Y no le asustan las balas
Ni el ladrar de la jauría
Caramba y zamba la cosa
¡Qué viva la astronomía!

El recuerdo de Mercedes Sosa, La Negra como cariñosamente le llamábamos, es inevitable dado que fue la intérprete de la canción con la que abro… La respuesta de la gente no se deja esperar… Durante el movimiento, se escribieron canciones, se cantaban parodias de algunas ya existentes y afamadas, pero sobre todo, se gesta un movimiento cultural a la par del social estudiantil… Así, conozco a mi hermano gato, el eterno gato callejonero también eterno luchador social de un modo u otro…
Entonces comenzamos la búsqueda de otra opción dentro del canto… Y surgen canciones alusivas o bien producto del movimiento del 68… De esta misma manera anuncio:

Pobre de la Flor de mi Tierra…
Se volvió cantina…
Pobre de mi pueblo poeta
Entre más viejo más pobre…

El nudo en la garganta, la emoción crece al mismo tiempo que la gente responde con su entrega… Los recuerdos impactan de nueva cuenta como las balas que convirtieran en masacre las tres culturas… Continúa el canto… En los jardines de las escuelas, al lado de las fogatas, se escuchaban canciones que además de mantener despiertos a los del comité de lucha que fueran designados para hacer guardia, servían para inyectar fortaleza a las convicciones estudiantiles…
La Cárcel de Cananea fue una de ellas… Con la letra modificada, se cantaba en prácticamente todas las escuelas… “Me agarraron los agentes/ al estilo mexicano/ la madriza que me dieron/ todos con pistola en mano/ van y chinguen a su madre/ al estilo estudiantado…” Aquí se realiza la vinculación con la música tradicional… La canción siempre ha tenido la posibilidad de fungir como fusil… Desde las primeras manifestaciones independentistas, fueron proscritas porque el llamado a la conciencia, a la unión, siempre ha sido peligroso para lo oligarquía… De la misma manera, en la revolución maderista la música incitaba a la rebelión, a la unificación y señalamiento de la injusticia social… De esta forma también, durante el movimiento del 68 se escribieron canciones motivantes… Muchos autores, muchas letras y sus músicas… Algunas se convirtieron en emblemas del movimiento tal como las canciones que escribiera Judith Reyes…

El dos de Octubre llegamos
Todos pacíficamente
A un mitin en Tlatelolco
Quince mil en contingente…

Así, el cielo de mi patria se tornó rojizo al reflejo de la sangre derramada… Mi cielo, mi jícara de estrellas fue testigo de mi tiempo, de cómo nos masacraron el cuerpo y el alma en aras de la supuesta imagen pacífica que había que guardar ante los visitantes de la olimpiada… Así, bajo mi jícara de estrellas enrojecida por la sangre pude ver que el hombre muchas veces fue sordo y ciego y no pudo escuchar ni ver todas las cosas que están detrás del viento…

Aquí, frente a la puerta de mi tiempo
Aquí pongo mi canto Y cuelgo al viento mis palabras
Con ganchos fabricados con las venas
De mis hermanos idos…

Y se habla de la muerte y se le canta… “Cuando me alcance la noche eterna, muertero amigo… Quiero pedirte que me entierren mis poemas…” y al final, después de cerca de dos horas, recuerdo aquel certamen donde fuimos jurados mi hermano gato y yo… Ese certamen que nos dejó la canción con la que cierro: “De ti, Emiliano Zapata, de ti se van a acordar…” y el auditorio entero, la corea conmigo envolviéndonos en una incomparable emoción digna del gran final.

* Intérprete, pintor, autor

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