Estatal

Comer nada… el desafío de la anorexia

Por martes 31 de octubre de 2017 Sin Comentarios

VERÓNICA HERNÁNDEZ JACOBO

Lejos de suponer que el sujeto anoréxico no come, podemos afirmar que come mucho, muchas nadas, la alimenta un vacío, y sobre ello corre el peligro de muerte, es como si usara su cuerpo como un sacrificio a thanatos, donde la muerte como síntesis del ser, devuelve al sujeto a su madre tierra, este acto sacrificial encubre la pulsión de muerte que en todos sujetos habita y que por la anorexia se vehiculiza.

La boca de la anoréxica es urgida a comer, este forzamiento hace más imposible la ingestión de alimento convirtiendo a quien empuje a alimentarla en su enemigo, es probable que esa boca de la anorexia esta urgida de expresar otro sufrimiento más atroz, ya que cerrar la boca al alimento, desencadena en el otro de lo familiar un sufrimiento como si al cerrar la boca abriera las heridas en lo más familiar, se niega a comer para hacer sufrir al otro, ya que al no ingerir alimentos amenaza el orden establecido, a lo familiar, pero también la anoréxica manda un mensaje muy directo al capitalismo, ya que la anoréxica se encuentra en una franca rebeldía contra el discurso capitalista y ella se niega a consumir los productos que el capitalismo le ofrece, de esa manera cerrando la boca hace fracasar al capitalismo y sus insumos que le ofrece en tanto alimentos que ella los convierte en caca con su no comer.

El deseo que mueve a la anoréxica es un deseo muy particular un deseo de nada, ya que cuando llega un bocado este es vomitado, come para vomitar, es una dialéctica muy especifica donde masticar y vomitar son un modo de repetición siempre a lo peor, no al sabor, no a la nutrición, es el abrir y cerrar de la pulsión oral que siempre deja una estela de vacíos, bien llena de nadas.

Engordar para ellas es un trauma, así que en esa gramática de incorporar y vomitar no se les encuentra donde se las deja siempre se mueven de un lugar a otro a veces ejercitados hasta extenuar, ellas sólo son felices si alcanzan la delgadez cadavérica, aunque el espejo siempre les devuelve una imagen distorsionada, gordas, el delirio de obesidad se hace presente en ellas, ese delirio donde siempre la grasa del cuerpo la martiriza, hay entonces una convicción delirante en la anoréxica que la lleva a dejar de reglar, se rompe su regularidad de su regla, como si su sacrificio se lo dedicara a un padre dejando de ser totalmente voluptuosa para transformarse en la niña de papa, una muñeca de porcelana, una niña para siempre, que no le falla al padre y dejar de ser el deseo de otros hombres, hay ahí por lo tanto un congelamiento de la feminidad y una renunciación a los hombres conquistando a nivel inconsciente una infancia generalizado en su renuncia al deseo y abriéndose a una multiplicación de otros deseos de comer siempre nadas.

En la anorexia las palabras como por ejemplo no comer antes de que estas palabras cobren sentido toman cuerpo en su cuerpo se metaboliza primero en su cuerpo y luego en su conciencia, ya que en la anorexia así como no hay alimento para ser digerido las palabras no se metabolizan tampoco, también vomitan las palabras no las escuchan, por eso cuando se trabaja con la anorexia no escuchan las palabras, no las metabolizan, es como si no escucharan los consejos, por eso sólo escuchan su gramática corporal se sienten y ven siempre gordas. Existe en ellas un pánico a engordar, y buscan ideales de delgadez que caen en lo mortificante del cuerpo cadaverizado, es una pasión necrofilia, frente a la anoréxica desfila un grupo selecto de profesionales para hacerla comer por su propio bien, el nutriólogo que la emplazará a que consuma sus vitamínicos, los médicos que le dirán que pone en riesgo su vida, los flamantes psicólogos que le dirán que tiene baja autoestima y que debe quererse más comiendo, y los psiquiatras con una atenta amenaza ya que si no come ira a parar al psiquiátrico, y nadie se da cuenta de que lo que opera es la pulsión de muerte que con sus filosos dientes mastica a este sujeto para un goce último.

*Doctora en educación , Lic en psicología

 

Artículos relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.