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Página en Blanco y “Bombonsaurio”

Por jueves 15 de junio de 2017 Sin Comentarios

Por: Miguel Alberto Ochoa

bomobosaurios El grupo cultural Página en Blanco pudo participar en la Feria del Libro Tijuana en su XXXV edición ofertando talleres de creación literaria y artística utilizando el imaginario mexicano, tema oficial de la FLT, con las figuras principales de Leonora Carrington, Juan Rulfo, El Santo y Pedro Infante. Debemos, y lo digo como director de Página en Blanco, agradecer enormemente por la oportunidad; tanto a la Feria, como a las personas que tomaron nuestros talleres, especialmente a ellas.

Trataré, mediante una serie de estampas, platicar sobre nuestras experiencias que, Jazmín Lozada Ángel, diseñadora de los talleres; Ángel Cristerna, apoyo educativo; y un servidor (yo), tuvimos este año en el Pabellón Infantil y en el Ágora Hipermedia.

El propósito general de nuestro grupo es promover la creación literaria y estimular el pensamiento crítico, sin embargo, nos dimos cuenta que tanto niños como adolescentes ya tienen un buffet cognitivo dentro de sí lleno de colores, imaginación e historias, que solo se trata de encausar esa fuente inagotable de ideas, no de promover el suceso creativo, pues ya lo tienen.

La creatividad sorprende a todos y no tiene edad. En un taller, que en un principio estaba dirigido a estudiantes de primaria, llegó un grupo de bachillerato. En un principio no sabíamos si decirles que nos cambiaran el grupo o modificar la actividad, pues solo teníamos materiales para impartir ese taller en específico. Pero, como hemos dicho, la creatividad no tiene edad.

Se optó por impartir el taller Leocolora Carrington, el cual es una muestra de los cuentos de Leonora Carrington, sus dibujos y la vida de la autora para después crear personajes hechos por los participantes inspirados en la obra de la pintora. Debo reconocer que fue uno de los talleres más significativos de nuestra particibombosaurios 2pación, pues nos dimos cuenta, al igual que ellos, que las personas están llenas de imaginación, pero que, si no se utiliza, es olvidada en un rincón oscuro de la mente. El taller se convirtió en un espacio donde todos convergían en un solo propósito: inventar animales fantásticos, irreales, surrealistas.

Y los que en un principio decían: no tengo imaginación, ahora eran dueños de un animal, mitad dinosaurio y mitad bombón: “Bombonsaurio”. Se reían porque pensaban que estaban haciendo una maldad. La dulce y reptiliana fusión animal era algo así como una travesura para hacer una gracia. Cuando los talleristas festejamos el dibujo y la historia de dicho animal, el rostro del grupo cambió, pues se esperaban
un regaño, y en cambio, lo celebrábamos. Se dieron cuenta que eso era imaginación, y que podían seguir haciéndolo.

Otro taller, ¡En esta esquina…! Fue todo un éxito. Los niños hicieron sus propias máscaras de luchador con papel y colores. La importancia del taller no está en qué hicieron, sino la razón. Se les instó a luchar contra sus miedos, a utilizar las máscaras no para esconderse, sino para tener siempre en mente que somos fuertes y que ellos mismos serán los únicos héroes con los que siempre contarán en la vida. Mamás, papás, hermanos mayores y maestros estaban encantados. Mirar a sus pequeñines escoger el nombre de su luchador, de su versión heroica y fortachona era, al par de divertido, también conmovedor.

Hubo toda clase de nombres: La insecticida rosa (niña que le tenía miedo a las arañas); El rayo de luz (niño con miedo a la oscuridad); El mejor amigo (niño con miedo a quedarse solo); La chica Nutella (niña que lucharía contra los precios altos de la Nutella). ¿En qué momento en la vida un tallerista puede apreciar tanta vulnerabilidad y valentía al mismo tiempo? ¿Qué momento es ese? Bueno, Página en Blanco estaba frente a uno, y los talleristas agradecimos más que nunca ser incorporados a la XXXV FLT.

Entre muchas cosas que pasaron, recordaremos con mucho cariño estos momentos. Aunque claro, siempre hay cosas que pueden mejorar, por ejemplo, la oferta de libros correlacionados con el tema de la Feria. Recordamos a un niño que le encantó un libro con el que trabajamos en un taller pero que no pudo encontrar por ningún stand de la Feria. Y nos decía: ¿En qué local de la feria lo puedo comprar? No pudimos responderle. Espero, de todo corazón, que el niño siguiera buscando ese libro, y que hoy, ese libro este en su biblioteca guardado como un tesoro.

* Coordinador de Circulo de lectura CECUT, Director de Pagina en Blanco

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