Editorial

Editorial Nº 299

Por jueves 15 de junio de 2017 Sin Comentarios

editorial 299

El cuatro de junio murió Juan Goytisolo, en Marrakech, Marruecos. El autor catalán universal tenía ochenta y seis años, una obra extensa que contiene más de treinta títulos con relatos, ensayos, novelas, crónicas, donde desarrolla su sentido crítico y su oficio literario con maestría. Ganador de los Premios Octavio Paz, Juan Rulfo, Cervantes, su compromiso con las mejores causas los desposeídos y el lenguaje marcó su trayectoria y su tarea.

Mentes críticas, para tiempos críticos

El siete de junio celebramos el Día mundial de la libertad de prensa. Instituido por la ONU en 1993, en este tercer milenio donde los periodistas se han convertido en el blanco favorito de agresiones -en muchos casos- mortales con el objeto de impedir su ejercicio, la fecha y su motivo adquieren especial relevancia. En la República Mexicana tiene antecedentes que se remontan al siglo XIX, en la época de Benito Juárez; muchos años después, el 7 de junio de 1951, en el régimen de Miguel Alemán Valdez fue declarado como Día de la Libertad de Expresión. Este derecho fundamental permite que los ciudadanos se informen a través de los diferentes medios y pueda tener una mejor percepción de su entorno, su tiempo, su vida y ello necesariamente redundar en una mejor humanidad, por eso su importancia, por eso su necesidad no solo de celebrarla, sino de defenderla. En esta edición Sylvia Teresa Manríquez realiza una colaboración sobre el tema que recomendamos.

La primera del octavo año

Iniciamos con la edición 299 el camino del octavo año de publicaciones, seguimos el camino, gracias a colaboradores, lectores, ejecutivos, distribuidores solidarios, directivos, anunciantes que son parte principal del informativo. Reafirmaos el compromiso con el que iniciamos, la Cultura y su información.

Josè Agustín Arrieta, pintor costumbrista.
N.- Santa Ana Chiautempan Puebla, M
– Puebla, Puebla.

Juan Cervera Sanchis

LA GENTE BUENA
Dedicado a S. S. el Papa
Francisco.
He conocido a tanta gente
buena,
hay tanta gente buena,
yo siempre me he encontrado
en todas partes gente
buena.
Yo podría escribir
una especie de lista telefónica
con nombres y apellidos
de amable y generosa
gente buena;
la gente buena siempre
nos habita,
nos acompaña siempre
y llena de poesía y luz
nuestra memoria.
La gente buena nunca se
nos va,
ellas siempre se quedan
con nosotros,
incluso cuando mueren.
Si no fuera por ellas,
¿crees tú que valdría la
pena haber nacido
y andar de tumbo en
tumbo
por este áspero mundo?
Alabado sea el Cielo,
la Tierra sea alabada
y benditas por siempre,
en la Tierra y el Cielo,
sean, ¡sí!, para siempre,
¡oh Dios!, la gente buena.
Juan Cervera Sanchis
* Poeta y periodista andaluz

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