Editorial

Editorial: Nº 227

Por domingo 28 de septiembre de 2014 Sin Comentarios

pag 2 editorial1Termina septiembre el mes de la Independencia Mexicana,  una de las fechas formidables que le otorgan la jerarquía del principal mes cívico del año, es el aniversario de la Consumación, el 27 de septiembre de 1821. El Acta del día siguiente- que se encuentra en nuestra portada- es uno de los documentos históricos que dan forma a nuestra identidad. Los día-27 y 28-  terminó una época e inició el camino de la patria que pronto cumplirá doscientos años. Los editoriales septembrinos en La Voz del Norte, se han dedicado a las ideas de la Independencia- como señalamos en pequeña muestra- como forma de conmemorar la gesta que culmino hace 193 años.  El escritor e insurgente Carlos María de Bustamante uno de los personajes que dejó huella, nació en Oaxaca el 4 de noviembre de 1774 y murió en la Ciudad de México el 21 de septiembre de 1848. En el Congreso de 1822, fue diputado por su estado natal y un  férreo opositor al Imperio de Agustín de Iturbide; perseguido por el aparato imperial, el 16 de agosto de ese año, fue encarcelado junto con otros legisladores en el Convento de San Francisco, cárcel de  donde salió libre a la caída de Agustín 1º, al año siguiente. Su célebre discurso del 12 de abril de 1824  al Soberano Congreso Nacional a propósito del proyecto de Miguel Ramos Arizpe, enviado al Congreso General, en abril de 1824 en donde se solicita aprobar una que concentre el poder en un Supremo Director de la Nación Mexicana, ha quedado como ejemplo democrático.

“No conviene a la libertad de la Nación Mexicana el nombramiento de un supremo director de ella.” 1.-

…¿Por qué nombra a ese supremo Director al gobierno mismo, desentendiéndose de que el poder que ahora ejerce lo debe exclusivamente a Vuestra Soberanía?  ¿Por qué desentenderse de que esta es la fuente de donde dimana y que es lo que únicamente pudiera legitimarlo? ¿Por qué prescindir de estos sencillos principios que deslindan la jurisdicción tomados inmediatamente de su origen? ¿No se diría entonces de ese soberano director lo que alguno ha dicho de D. Mariano Michelena, esto es, que fue nombrado y enviado a Londres por sí y por ante sí? ¿No recaería en este caso el nombramiento de aquél que mostrase menos modestia, que de consiguiente tuviera más ambición y fuese menos digno de obtenerlo? ¿Si nosotros reunidos en número crecido reconocemos la incapacidad de reglar la administración en todos sus ramos, cómo podremos conceder la sabiduría necesaria a uno sólo reunido apenas con un puñado de hombres por consejeros y que no serían otros menos que sus amigos? ¿Concederemos a éstos la infalibilidad, al paso que la negamos a la muchedumbre del congreso?…

Si el gobierno teme por la indocilidad de algunos gobernadores de los estados y por sus medidas violentas se turbe el orden público de la federación, ¿por qué no declara que éstos serán responsables de su conducta al congreso general?…

Tales son, Señor, los motivos por qué me opongo en general al dictamen de la comisión que se discute… ¡Cuidado, que pulsamos la delicada fibra de la libertad, y de una libertad que nos ha sido tan costosa! ¡Cuidado con irritar a los pueblos! ¡Cuidado, en fin, con caer por colmo de muchos males bajo la férula de un hombre perverso o ignorante! Temblemos con estas reflexiones y entiéndase que sólo me obliga hacerlas el amor que profeso a esta patria querida, y el mejor desempeño de mi ministerio. 1/.

1.-Carlos María Bustamante. Colección “Bibliófilos Oaxaqueños” 1974.

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