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Desnudo, Erotismo y Arte (Parte 2)

Por domingo 27 de abril de 2014 Sin Comentarios

Por Alberto Ángel “El Cuervo”*

pag 8 el cuervo1Escribía la vez anterior, acerca del desnudo en la historia del arte y las diferentes maneras acerca de abordarlo. Y casi al final, decía que el erotismo, la sensualidad en el desnudo, no necesariamente se produce o se plasma con un desnudo manifiesto sino más bien velado… Tal es el caso de John William Godward cuyas pinturas de desnudos entre gasas y velos, producen una imagen de gran erotismo.

Esta palabra, viene del griego eros que se refiere al amor apasionado vinculado al deseo y que justamente era simbolizado y protegido por el dios Eros que era, para la mitología griega, el dios principal responsable o motivador de la atracción, el amor y el sexo y en algunas circunstancias también considerado como el dios de la fertilidad.

Platón, el célebre filósofo griego que le diera voz en la palabra escrita a Sócrates con sus “Diálogos”, nos dice en el afamado diálogo de “el Banquete”, que Eros fue hijo de Poros, la abundancia y Penia, la pobreza. Pero normalmente se consideraba a Eros como hijo de Afrodita y Ares. Eros también era conocido como Cupido pero en la mitología romana.

Esta última, nos dice que Cupido era hijo de Venus, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad y de Marte, el dios de la guerra. Normalmente se piensa que el impulso o deseo erótico es tan fuerte que elimina el pensamiento. Y cuando el placer se adueña de la mente, el alma se destruye por sucumbir ante impulsos malsanos.

Cuando menos eso se enseña en muchas religiones que llegaron a satanizar el erotismo a tal grado que se consideraba cosa del diablo. Sin embargo, en la mitología encontramos una historia por demás bella acerca del erotismo y que pone de manifiesto lo contrario: La más bella intensidad en el sentir es cuando se produce una fusión bellamente amorosa entre el erotismo y la mente, el alma.

Se dice que Afrodita, celosa de la belleza impresionante de Psique, la hija menor del Rey de Anatolia, también conocida como Asia Menor, envió a su hijo Eros o Cupido, para que la hiciera enamorarse del hombre más feo y ruin que encontrara. Pero Eros, cayó profundamente enamorado de Psique. Esperó a que se quedara dormida, lanzó la flecha del amor al mar y volando la llevó hasta su palacio.

Para evitar la ira de Afrodita, su madre, Eros solamente visitaba de noche a Psique para mantener en secreto su identidad. Pero Psique, aconsejada por sus hermanas, una noche acercó una lámpara de aceite al rostro de Eros para investigar quién era y al inclinar la lámpara le quemó haciendo que despertara. Eros abandonó a Psique por su proceder y ella arrepentida pidió a Afrodita que le devolviera el amor de Eros. Afrodita le pone como condición cuatro tareas.

Le dijo que sometida al estrés de cuidar a Eros de la depresión en la que había caído le había causado perder parte de su belleza y que como tarea tenía que ir a pedir  a Perséfone, diosa del inframundo, un poco de su belleza para llevarla a Afrodita. Lo hizo y antes de llevarla, abrió el cofre para robar un poco de belleza para ella misma y así recuperar a Eros.

Pero en del cofre salió un sueño estigio que la sumió en el letargo. En ese momento llega Eros que la había perdonado y limpió el sueño de sus ojos y suplicó a Zeus y Afrodita, sus padre, permiso para casarse con ella. Zeus hizo inmortal a Psique, se casaron y procrearon una hija que se llamó Placer en la mitología griega o Voluptas en la romana.

La voluptuosidad, el placer entonces, como podemos ver, surge del profundo amor y el perdón entre Eros y Psique. Así que alma y amor, alma y deseo, se unen para la eternidad. Pero, en la actualidad, cuando se habla de erotismo, los rostros se modifican por el impacto de la palabra. Unos dejan ver claramente un morbo, otros casi comienzan a santiguarse para ahuyentar los demonios de la carne.

Desde luego, el arte, siempre el arte, aparece siempre de forma polémica para alzar la voz y gritar que Eros sigue imperando al lado de Psique y así, en todos los rubros del arte, el erotismo se palpa, se manifiesta, se utiliza como  leitmotiv en prácticamente todas las obras de arte donde el humano se haga presente.

pag 8 el cuervo2Desde la prehistoria, el erotismo ha sido eje central de la existencia del hombre (y hablo genéricamente, nada que ver con el de las botas).

Y es que el erotismo es pulsión de vida como bien lo dijo el Dr. Sigmund Freud. En contraposición de thanatos, eros impulsa la permanencia del vivir y en este caso en que se vincula directamente al amor, del vivir intensamente. Desde luego, la represión de todos los impulsos sobre todo los carnales, ha sido reprimido a lo largo de la historia por las instituciones religiosas y gubernamentales en su caso.

Así, desde el principio de los tiempos, señala la religión, Adán y Eva nuestros padres, dicen, pecaron comiendo el fruto prohibido. Pero la misma historia religiosa pone de manifiesto su contradicción: ¿De no haberse comido dicho fruto, la procreación no habría sido dada y tal vez Adán y Eva hubieran sido los únicos humanos en la historia? Entonces de qué servirían los lineamientos para los humanos…

El erotismo ha sido reprimido y sobre todo controlado para fines de utilización del poder. Es una herramienta útil en el control de los gobernados. Michel Foucault, el célebre filósofo contemporáneo, utiliza por primera vez el término Biopolítica En una de las conferencias de Medicina Social que imparte en el año de 1974 en la Universidad del Estado de Río de Janeiro en Brasil, dice que “El Control de la sociedad, no sólo se realiza a través de la ideología, sino que requiere del control del cuerpo de los individuos”.

Foucault lo señala apenas hace unas décadas, pero la biopolítica como tal, no es nueva. La represión y el control del erotismo se puede observar de manera constante en muchas etapas de nuestra historia universal.

Así, por ejemplo, la magnífica obra de Marcantonio Raimondi conocida como I Modi (Las Maneras) o los dieciséis placeres como también se le ha conocido, fue motivo de persecución del artista por parte de la Iglesia Católica y destruyeron completamente la edición original del Libro y los grabados del mismo dado que plasma escenas explícitas de parejas en posiciones sexuales.

Por fortuna, algunos fragmentos sobrevivieron y posteriormente se hizo otra edición en donde la poesía entra al arte erótico por medio de Pietro Aretino quien describe en sonetos los grabados eróticos de Raimondi. En la actualidad, después de sufrir la persecución, represión y destrucción de las obras por parte de las instituciones en el poder, se puede contemplar este trabajo en la versión de Agostino Carracci que es una copia fiel de los grabados de Marcantonio Raimondi.

pag 8 el cuervo3En la escultura desde luego se ha abordado desde siempre el erotismo de manera magistral por parte de muchos artistas. Auguste Rodin, por ejemplo, extraordinario artista considerado como el escultor del erotismo por antonomasia explora y plasma los cuerpos en movimiento en claras poses impregnadas de deseo, de pasión, de erotismo.

La mujer y la naturaleza, fueron los dos grandes amores de Auguste Rodin según él mismo lo decía, sus principales fuentes de inspiración. Tal vez la obra donde el erotismo en Rodin llega a su máxima expresión, es la escultura titulada “El Beso”. Difícilmente alguien que observa esta obra magnífica, podrá sustraerse a la emoción erótica.

En la literatura, el erotismo está presente en todos los géneros. Novelas eróticas, cuentos, ensayos y poesía, tienen constantemente al erotismo como tema principal. Gabriel García Márquez, que acaba de despedirse en el adiós total, era un maestro del erotismo en la narrativa. Nadie como él.

Grandes escritores como por ejemplo Charles Baudelaire, publicaron verdaderas obras maestras de la literatura contemporánea en las que el erotismo está presente. Tal es el ejemplo de Las Flores del Mal. En la que Baudelaire deja ver magistralmente lo relativo tanto a Eros como a Thanatos conjugados de tal forma que resulta sumamente impactante, tan impactante que el escritor fue procesado bajo la acusación de “ofensas a la moral pública y las buenas costumbres”. John Cleland, con su novela Fanny Hill; Guillaume Apollinaire, con obras como “Las Tetas de Tiresias” o “Las Once mil Vergas”; o el mismo Jaime Sabines cuando en su poesía dice: “Te amo, porque tienes las partes de la mujer en el lugar preciso…”. Sería imposible citar tantos títulos y escritores extraordinarios que han tocado con maestría el erotismo pero vale la pena recordar a Rubén Darío, ese icono de la poesía latinoamericana en un verso de Coloquio de los Centauros que nos dice: ¡El enigma es el rostro fatal de Deyanira!/ Mi espalda aún guarda el dulce perfume de la bella;/ aún mis pupilas llaman su claridad de estrella./ ¡Oh aroma de su sexo! ¡Oh rosas y alabastros!/ ¡Oh envidia de las flores y celos de los astros!

Y desde luego la fusión que las diferentes artes hacen del erotismo. Picasso por ejemplo en sus tintas eróticas presentó en muchas ocasiones esa colección combinando con escritos de Apollinaire. O simplemente en las canciones en que se funde la poesía con la música de manera casi ideal. Me veo obligado a citar a Agustín Lara en  “Lágrimas de Sangre”…Yo que tuve tus manos/  y tu boca y tu pelo / y la blanca tibieza / que derramaste en mí… Definitivamente es extremadamente difícil igualar esta manera que el llamado músico poeta tuvo para hablar acerca del orgasmo…

Ahora bien, la música per se, sin necesidad de estar fusionada con la poesía, puede ser extremadamente erótica… En diferentes géneros que van desde la llamada música clásica hasta el tropical o el jazz, el erotismo se hace presente de forma deliciosa en muchas ocasiones. Baste con referirnos a un instrumento contemporáneo utilizado muy frecuentemente en el jazz y en la música tropical: El Saxofón inventado apenas en 1845 por Adolf Sax, de donde lleva el nombre. El Sax es motivador de erotismo por el simple color de su sonido. Una ocasión, en un concierto de jazz, una amiga actriz cuyo rostro mostraba un gran gozo por la música escuchada dijo: “Este instrumento no debería llamarse saxofón sino sexofón…”

*Cantante, compositor y escritor

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