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¿Para qué sirve la poesía? Entrevista a Juan Bañuelos

Por domingo 3 de marzo de 2013 Sin Comentarios

Por Juan Diego González*

Poesia01“¿Para qué sirve la poesía” le pregunté hace varios años al maestro Juan Bañuelos, mientras se quitaba el sudor de la frente con un paliquiate azul. Fue en Junio, en Hermosillo y el calor era terrible y molesto. El poeta chiapaneco se acomodó en las sillas de piel del recibidor de la Sociedad Sonorense de Historia, tomó un sorbo de café. Lanzó su mirada al Parnaso. Silencio y luego sonrió. “Mira tocayo, la poesía no es moneda de cambio en este mundo… la poesía tiene una función social esencialísima: humanizar al hombre. Todo lo que es tocado por la poesía se hace sensible”.

En octubre pasado (2012), el maestro Bañuelos fue invitado de nuevo a Sonora, pero ahora Ciudad Obregón lo recibió, durante el Encuentro Internacional de Escritores “Bajo el asedio de los signos”. Como el evento cumplió su décimo aniversario, Escritores de Cajeme A.C., decidió otorgarle un reconocimiento al poeta por su labor literaria y su obra en favor de los derechos indígenas.

Bañuelos nos mostró su generosidad al permitir la publicación de su poemario “Espejo humeante”. Libro significativo por demás, de las letras hispánicas del Siglo XX y lo que va del XXI. Bajo el sello editorial de Mantis Ediciones y Escritores de Cajeme A.C., se incluyó el texto en la colección “Yo´o joara” y se presentó como parte del homenaje del poeta.

En una de las comidas del Encuentro Internacional de Escritores, tuve la oportunidad de sentarme a la mesa con Bañuelos y decidí hacerle una breve entrevista para La Voz del Norte. A sus ochenta años, el poeta ya reciente la edad. Me acerqué mucho a su oído para ser escuchado. De hecho, el maestro es acompañado por su hija Rosario, quien le brinda toda clase de cuidados y atenciones, además de ser muy agradable en su persona.

Poesia02Le volví a repetir la pregunta: ¿Para qué sirve la poesía? Pareció no escuchar. Guardó silencio, utilizó la servilleta y después bebió un trago pequeño de agua de jamaica. Hice el intento de hablar. “Mira, Juan, ¿así te llamas?, mira tocayo, esa pregunta me la hacen siempre y la contesto porque la respuesta, a más de interesante, es de vital importancia para la vida de cualquier persona… la poesía torna al hombre más hombre, es decir, se hace más humano”.

“En una sociedad actual, tan llena de carencias y sumida en la violencia, en la discriminación, la ignorancia… la poesía tiene la virtud de volverla a sus orígenes, ¿cómo es la palabra?… sí, recupera la inocencia, la pureza natural de la persona humana”.

Maestro –le digo-, en un país que no lee, la poesía se queda dormida en los libros cerrados, se empolva en los estantes de librerías y bibliotecas vacías… El poeta acomoda sus anteojos, mira a su hija Rosario… con tranquilidad pasea la vista por los otros comensales (mi mujer Claudia, los poetas Mario Alonso López Navarro y Elmer Tabanico). Picotea el pollo a la plancha. “Más aun en un país que no lee, la poesía es la fuerza de cambio de mentalidad… además, la falta de lectura es en otros países también, pero los poetas ahí están. Como este encuentro de escritores, hay muchos otros, apenas hace una semana estuve en la frontera Sonora/Arizona con los Poetas Migrantes y en el centro del país hay muchos más. La poesía es inevitable, porque la poesía es más que los libros, mira crecer un árbol, correr el agua en el río, el vuelo de una mariposa, el llanto de un niño, caminar descalzo por el monte, respirar en medio de la selva, dejarte envolver por la noche… eso es poesía también. La vida misma es poesía”.

“Por eso estos encuentros son importantes, porque el público descubre el mundo a través de los ojos del corazón, y esto se lo revela la poesía… no tienes que saber de todo, un verso, un simple verso puede cambiar tu mundo para siempre. La gente se acerca a escuchar a los poetas y la poesía nace y se renueva.”

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Es la poesía el camino para cambiar este país –me atrevo a proponermientras el maestro bebe otro poco de agua de jamaica. “Para ser sinceros no es el único camino… pero quizá sea el más práctico, es más fácil de mover. Cualquiera puede traer un librito de poemas en el bolsillo y leer en cualquier parte, cuando se le antoje, leer y disfrutar, leer y pensar, leer y gozar. Esa es la función de la poesía”.

Hablamos de otras cosas, del bacanora y su forma de beberse, de la próxima edición de sus obras completas, su salud y sus viajes. Me dijo que estaba contento de venir a Sonora. Su hija Rosario me lo confirmó después: “Mire, acá ha dormido como bendito y se levanta animoso y con ganas de leer, eso está muy bien, porque en los últimos meses batallaba para dormir y descansar”.

Esa fue parte de una charla con el maestro Juan Bañuelos. Uno de los grandes personajes de la vida moderna de México, a quien todavía se le debe mucho y más a su obra poética. Lector, lectora, usted decide si llena de poesía su vida. Busqué los poemas de Bañuelos o la de cualquier otro poeta, tómese sus cinco minutos y lea, disfrute, viva.

*Escritor y docente sonorense.

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