Nacional

III Festival Cultural «Juan Manz Alaníz»

Por domingo 10 de abril de 2011 Sin Comentarios

Ciudad Obregón vive una diversidad de expresiones artísticas durante abril

Por Juan Diego González*

La Asociación para las Bellas Artes A.C. (Apalba) rea­liza con el apoyo de varias instituciones el III Festival Cultural “Juan Manz Alaníz”, como homenaje al lau­reado poeta cajemense y en celebración de su XVIII aniver­sario de fundación, los días 8 al 14 de abril, con un amplio abanico de presentaciones artísticas, desde teatro, presen­taciones de libros, canto operístico y canción popular, entre muchos más.

La Voz del Norte se dirigió a las oficinas de Apalba, allá por la calle 200 casi esquina con Tabasco, en un Obregón que sigue a paso firme con el sueño de los antiguos en conver­tir la ciudad en una de las más progresistas del noroeste de México. Con amabilidad me recibió la secretaria y me intro­dujo en la oficina de Irma Arana -también poeta- y presidenta de esta agrupación. Saludos naturales en estos casos, la presentación y luego, así en confianza, la entrevista llegó como llega la mañana, tranquila y fresca: “A ver, déjame con­tarte desde el principio… fue el 27 de abril de 1993 cuando se funda la aso­ciación y al año siguiente, por el pri­mer aniversario hicimos un festival cultural”. Irma Arana se quedó seria un segundo, como para dejar que los recuerdos de los últimos dieciocho años se acomodaran entre las alas de las mariposas multicolores pegadas en la pared de la oficina: “desde el inicio nos propusimos traer calidad a los festivales, era mucho trabajo conseguir recursos pero es una la­bor muy satisfactoria, es un compromiso. Después Cona­culta nos empezó a dar apoyo pero sugirió que el festival tuviera un nombre.”

Eso fue hace como tres años –dijo- primero pensé en los personajes de la localidad con méritos… pero estaban muertos, y no es que no lo merezcan… sin embargo creo que una persona viva es mejor porque reconoces su obra, trayectoria y su proyección internacional: el poeta Juan Manz reunía esas condiciones. Él no quería al principio, pero logramos convencerlo, por eso el nombre. La señora voltea hacia izquierda, concentrada en un librero que abarca toda la pared, llena de libros editados por Apalba. Se levanta para tomar uno con la portada azul. Inmediatamente lo identifi­qué: “Para repasar el círculo. Poesía reunida de 1996-2007”, una antología de Juan Manz, trabajo en coedición de Apal­ba y el Instituto Sonorense de Cultura. “Mira, esta obra fue presentada en el Palacio de Bellas Artes, donde Juan hizo una lectura poética de la misma. Estar en ese lugar tan es­pecial para la cultura en el país habla mucho de la poesía de Manz”.

Luego explicó que desde hace tres años se instituyó la entrega de la Medalla al Mérito Artístico “Juan Manz Alaníz”, con la cual se reconoce a un escritor por su obra y trayecto­ria. Entre los requisitos están por ejemplo, que su obra haya sido traducido a otro idioma, que tengan presentaciones en otros países. “En el 2009 se le otorgó en el marco del Festi­val Cultural, a Marco Antonio Campos, el año pasado a Eduardo Langagne y ahora será a Silvia Molina”.

La escritora Silvia Molina presentó la novela biográfica “Matamoros” du­rante el Octavo Encuentro Iberoameri­cano de Escritores, bajo el asedio de los Signos 2010, realizado aquí en Obregón. Parte de su obra ha sido traducida ya al portugués. La medalla le será entregada el día 12 de abril, en el Teatro “Oscar Rus­so Vogel” del Itson a las 19:30 horas.

“En un Festival como este y con la ca­lidad de los artistas se requiere financia­miento, por eso Apalba ha sabido trabajar para vincular a todos los patrocinadores y ofrecer un abanico de arte y cultura a la sociedad de Cajeme… el Festival es para to­dos los gustos y todo tipo de público: tea­tro, pantomima para niños, libros, conferencias, música, danza, de todo”. Irma se mostró muy entusiasmada con el programa. Me enseñó el poster que sirve de difusión para los eventos. Nos despedimos. Le di las gracias por la charla y no sé si fue mi imaginación, pero sentí que una mariposa se desprendió de la pared y se posó en mi hombro. Como no quise parecer loco, decidí no preguntar. Al salir, el lepidópte­ro multicolor se elevó por cielo azul primaveral.

*Escritor y docente sonorense.

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