Nacional

Las canciones contemporáneas iberoamericanas que no se olvidan

Por domingo 20 de febrero de 2011 Sin Comentarios

Por Mario Arturo Ramos*

“Hermano dame tu mano
vamos juntos a buscar
una cosa pequeñita
que se llama libertad”
Cesar Isella/ Armando Tejada Gómez

En el inicio de la primavera de este 2011 que a toda vela cruza la vida; en la delegación Tlalpan de la ciudad de México tendré una vez más la oportunidad de compartir una jornada de trabajo con el compositor e intérprete sinaloense Jesús Monarrez Benítez: El programa músico/literario que presentaremos es un recorrido por la canción iberoamericana contemporánea, la que dejó hue­lla por ser testimonio y consigna, poesía y armonía escapando de la frivolidad y de éxito pasajero. El viaje musical se ha presen­tado en otros foros capitalinos con buena aceptación y pretende revitalizar una expresión artística de indudable valor que en al final de los sesentas y en los siguiente años marcaron a una ge­neración al convertirse no solo en un instrumentos estético, sino también en una forma de comunicación social que denunció y embelleció a la canción popular. En todos los países hispanopar­lantes compositores(as) y cantores(as) consientes que la canción de consumo o industrial uno de los objetivos que persigue es aislar en problemáticas emocionales /individuales la capacidad critica de los ciudadanos, apostó por plantear desde la otra ori­lla, otras temáticas que despertaran conciencia o cuando menos posibilidades de gozo diferentes a las que dicta la mercadotecnia y el autógrafo mediático.

“Si se calla el cantor
calla la vida”
Horacio Guarany

Jesús Monarrez nació un 2 de septiembre de los 50 en Culiacán, Sinaloa, tierra donde vivió hasta su adolescencia cuando por mo­tivo de estudio se trasladó a “Chilangolandia” con el propósito de inscribirse en el Instituto Politécnico Nacional para cursar en la ESIME la carrera de ingeniero en electrónica. Su vocación musical comenzó a temprana edad donde su gusto por la guitarra y el pia­no lo llevo a incursionar en terrenos de la composición y el canto. En 1981 me encontraba trabajando como asesor en la compañía disquera RCA Víctor, de pronto la secretaria me aviso que tenia un llamada de la vicepresidencia corporativa que ocupaba Guillermo Infante, al tomar el auricular escuché a Infante ordenándome que atendiera a un médico y que le realizara una audición para ver las posibilidades de una grabación. Trabajaba a mi lado el insigne ma­zatleco Mario Patrón Ibarra, al cual comenté las instrucciones del vicepresidente y la característica de paisanaje que tenia el audicio­nado; Mario aceptó con su habitual sonrisa y solo dijo: “manos a la obra o al teclado”. A la hora acordada llegó el doctor Mario Feria con un joven que cargaba una guitarra; después de las habituales presentaciones pasaron al estudio del pianista, orquestador y di­rector para la sesión de canto. Al atardecer me despedí de los sina­loenses y le solicité a Patrón que a la mañana siguiente me hiciera el favor de pasarme por escrito su evaluación.

“Te recuerdo Amanda
la calle mojada
donde trabajaba
Manuel, Manuel, Manuel”
Te recuerdo Amanda. Víctor Jara

El músico mazatleco fue claro:”el doctor Feria canta bien pero al que hay que apoyar es al ingeniero que viene con él”.”Monarrez tiene en la canción popular un sitio bien ganado por sus triunfos en festivales musicales nacionales e internacionales y sus temas en coautoría con Carlos Lara y de su pluma solitaria que han con­quistado el gusto de los “chavos” ochenteros. Treinta años de amistad y trabajo han permitido que mi afecto y respeto por su talento crezcan a la par que temas y proyectos que han salido de nuestra tarea conjunta; así emprendimos: “Cantata Querétaro”, la colección “Canciones de la calle”; “La canción de la vida” -mu­sicalización a poesía de Enrique González Martínez- y cantos de diferentes géneros que en voz de cancionistas recorren la legua. Entonces en estos primeros pasos de la nueva primavera, en el histórico pueblo de Tlalpan cumpliremos otra cita con la canción autentica, la que sirve para que otros cuenten lo que necesitan cantar, para regresar la voz a los que encontraron en el canto po­pular el medio para decir lo que otros callan.

“Si te quiero es por que sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Somos mucho más que dos”
“Te quiero” Mario Benedetti/ Alberto Favero

La memoria colectiva pocas veces falla; es posible que una bue­na cantidad de canciones vendibles se aniden durante un lapso de tiempo en el gusto masivo, sin embargo también es cierto que un nuevo éxito relega al anterior, por eso resulta necesario recuperar la expresiones estéticas auténticas, la que a pesar del tiempo y las nuevas condiciones políticas continúan vigentes, porque las condiciones sociales continúan siendo opresivas para las mayorías, no importan los discursos o las cifras oficiales que ocultan con números la realidad lacerante que día a día nos obli­ga a cantar a toda voz con Machado y Serrat: “Caminante no hay camino/ se hace camino al andar”. Porque es el lema de la can­ciones contemporáneas iberoamericanas que no se olvidan. 

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