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Teniente Coronel Ricardo Riveros

Por domingo 25 de julio de 2010 Sin Comentarios

Por Juan S. Avilés Ochoa*

En la conmemoración del centenario de la revolución es importante destacar a los personajes que no aparecen en historia nacional, pero que desde sus regiones influyeron de manera notable, no sólo, durante la etapa armada del movimiento revolucionario, sino también, durante el proceso de consolidación de la revolución como forma de gobierno. En este contexto, la figura de Ricardo Riveros surge en el panorama local, como integrante de una de las familias que realizó aportes significativos al proceso revolucionario en nuestro estado, bajo la tutela de su tío el general Felipe Riveros Pérez, a la sazón primer gobernador electo después de la asonada revolucionaria de 1910.

Ricardo Riveros nació el 3 de octubre de 1897 en la histórica villa de Mocorito. Fue el hijo menor de Macario Riveros Pérez y de Sofía Riveros Inzunza.

En 1903 ingresó a la escuela primaria de varones de Mocorito, que era dirigida por el prestigiado profesor José Sabás de la Mora, y en donde compartió aulas con Rafael Buelna Tenorio, quien posteriormente llegaría a ser una de las figuras sinaloenses más emblemáticas de la revolución mexicana.

Al concluir sus estudios de primaria elemental recibe el certificado firmado por el Dr. Enrique González Martínez, quien llegaría a ser uno de los más grandes poetas de América Latina y que en ese tiempo se desempeñaba como prefecto político en el antiguo distrito de Mocorito.

A los 14 años de edad, el joven Riveros ingresó al Colegio Civil Rosales en donde lo sorprendió el cuartelazo de la ciudadela. En 1913 abandonó sus estudios para incorporarse a las filas de Florentino Camacho, quien en Angostura encabezó el movimiento en contra del usurpador Victoriano Huerta. El general Rafael Buelna, después de participar en varios combates en San Blas, Culiacán y Mazatlán, lo ascendió al grado de capitán y con las tres barras doradas en su chaquetín se unió junto con el coronel Manuel Riveros y los mayores Macario Riveros, Arnulfo Parra y Fernando García al movimiento ecabezado por el general Francisco Villa en los estados de Durango y Chihuahua al final de 1914 y principio de 1915.

Con el grado de mayor se retira de la acción revolucionaria y se incorpora a la vida civil del naciente municipio de Mocorito, en donde llegó a ser electo presidente municipal en cinco ocasiones, durante los periodos de 1927-1928, 1933-1934, 1944 como parte de un Consejo Municipal, 1948-1949 y 1957-1959.

Formó parte de la XL legislatura del H. Congreso del Estado de Sinaloa, en donde juntó con Leopoldo Sánchez Celis y Antonio Toledo Corro, entre otros, participó en la destitución del entonces gobernador Enrique Pérez Arce.

En 1919 funge como comandante de la policía y como escribiente de la presidencia municipal. En enero de 1921 se le concede el nombramiento de Inspector General de Intereses Municipales con el fin de evitar los innumerables fraudes que se estaban cometiendo al erario en diferentes lugares del municipio.

Durante su primer periodo de gobierno, al cual llegó propuesto por el club político “Popular Independiente” dirigido por Luciano Cabanillas y derrotar en unas disputadísimas elecciones a Anacleto Avilés, encabezó en el municipio, junto con sus compañeros regidores Refugio Belmontes, Federico Méndez, Norman Tracy y Marcelino Pacheco, el movimiento para desaprobar las reformas al artículo 73 de la Constitución de la República aprobadas por los senadores en diciembre de 1927, mediante las cuales se intentaba suprimir la institución del municipio libre como forma de gobierno en nuestro país.

Ricardo Riveros fue uno de los primeros impulsores en el estado de la participación de la mujer en el servicicio público. En 1927 nombra a la señora Refugio Valenzuela viuda de Higuera como integrante de la unidad sanitaria municipal. En 1948, en su cuarta incursión como presidente municipal, llega al cabildo municipal la señora Antonia Velarde, la primera mujer en ser electa para dicho puesto. En ese mismo año nombra a la señorita María Laura Morales Corrales como oficial primero, la primera en ocupar un puesto de primer nivel en la estructura municipal.

Importante es hacer notar el apoyó que el gobierno municipal encabezado por Riveros en octubre de 1934, dio al gobernador Manuel Paéz en su intento de ratificar la laicidad de la educación en nuestro estado.

A finales del mismo año, el presidente Riveros formó parte de la delegación sinaloense que asistió a la toma de protesta como presidente de la República del general Lázaro Cárdenas del Río.

Materia de otro texto, será el análisis del gran impulso que Riveros dió al desarrollo de lo que hoy son los municipios de Salvador Alvarado y Mocorito, destacando el apoyo brindado en materia de salud, educación, desarrollo urbano, servicios públicos, deporte, vías de comunicación y de ordenamiento de la normatividad municipal, entre otros.

Después de su paso por la presidencia municipal y con la satisfacción del deber cumplido, se desempeñó por espacio de 20 años en el cargo de recaudador de rentas de Mocorito.

La Secretaría de la Defensa Nacional lo reconoció como veterano de la revolución con el grado de teniente coronel.

El 9 de febrero de 1983, siendo presidente municipal su hijo Bernardo Javier Riveros Acosta, don Ricardo Riveros rindió tributo a la madre tierra, en su casa y en su pueblo, al lado de su esposa Cuquita y de sus hijos María Guadalupe, Macario, María Margarita, Ricardo, Bernardo Javier, Manuel, Beatriz, Fausto y Guillermo Arturo. Su hijo David Francisco ya se le había adelantado en ese camino.

Fue sepultado con todos los honores de su investidura militar y sus restos descansan en el histórico panteón Reforma de su tierra natal.

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