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Hallan expertos del INAH horno prehispánico en Zacatecas

Por domingo 25 de julio de 2010 Sin Comentarios

Tomado de El Financiero. Cultura.

Por Redacción

Se trata del más antiguo del México prehispánico y fue usado durante el periodo Posclásico Temprano.
Se logró también la excavación de dos pirámides y de una porción de un juego de pelota.

El hallazgo de los vestigios de un horno prehispánico que fue usado hace más de 800 años para la fundición de cobre, fue registrado por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la Zona Arqueológica de El Teúl, en Zacatecas, durante trabajos de excavación para su apertura al público.

Como parte de esta labor, durante la primera temporada de exploraciones se logró también la excavación de dos pirámides y de una porción de un juego de pelota, durante la cual además se encontraron varios entierros humanos que revelan cambios en los patrones funerarios de sus antiguos pobladores.

Lo anterior fue dado a conocer por el arqueólogo Peter Jiménez, codirector del Proyecto Arqueológico del Cerro de El Teúl, al dictar una conferencia magistral en la Librería “José Luis Martínez”, del Fondo de Cultura Económica en esta ciudad, donde hizo un balance de la primera temporada de excavaciones en ese sitio arqueológico.

“El hallazgo de los restos del horno para la fundición de cobre es de gran relevancia, porque se trata del más antiguo del México prehispánico y fue usado durante el periodo Posclásico Temprano, es decir, entre 900 y 1200 de nuestra era”, detalló el investigador del INAH en su ponencia “Avances del rescate arqueológico en El Teúl”.

En este foro, organizado por el Centro Universitario del Norte, de la Universidad de Guadalajara, detalló que se trata de un horno hecho de mampostería y piedra y muestra restos de ceniza y maíz carbonizado, que era utilizado como combustible, materiales que permitirán obtener su fechamiento con mayor precisión.

El investigador del INAH explicó que El Teúl, en su última etapa de ocupación, fue el centro religioso de los caxcanes, grupo asentado ahí desde el siglo XV hasta mediados del XVI.

“Es considerado uno de los sitios más antiguos de Mesoamérica, con cerca de 18 siglos de ocupación constante (200 a.C. a 1540 d.C.)”, anotó.

Al comentar que en dos o tres semanas se iniciará la segunda etapa de exploración del sitio, ubicado en el cerro de El Sombrero, Jiménez indicó que durante la primera temporada de campo también se logró desenterrar dos pirámides en excelente estado de conservación, localizadas en la llamada Plaza de los dos montículos.

“Ambas muestran huellas de incendios alrededor, y datan del periodo Epiclásico, es decir de 600 a 900 d.C.”, detalló al agregar que además se localizó un altar circular de poco más de seis metros de diámetro.

El arqueólogo del INAH abundó que también se hizo la excavación de la mitad del Juego de Pelota, durante la cual se evidenció que tiene dos etapas de construcción.

La primera corresponde al Epiclásico, mientras que la segunda revela una nueva construcción de una mampostería muy fina que la convierte en una cancha cerrada, la cual data del Posclásico Temprano (900 a 1100 d.C.).

Respecto a los hallazgos de entierros humanos, el experto indicó que se descubrieron siete espacios de los llamados “tumbas de tiro”, características de las culturas de Occidente y que corresponden al periodo Formativo Tardío (200 a.C. a 200 d.C.).

Como se trata de entierros en fosas profundas, anotó, se introdujo un magnetómetro para identificar espacios sellados debajo de la superficie. “Este aparato puede dar una lectura de cómo se ve la tumba debajo, de tal modo que permite empezar a trabajar áreas no excavadas”.

Asimismo, el especialista añadió que en el llamado Patio Hundido se hallaron varios entierros  humanos, que corresponden a la tradición de “tumbas de caja”. “Son enterramientos caracterizados por la posición flexionada de los individuos y depositados en cajones de mampostería, con sus respectivas ofrendas.

“Éstas datan del año 200 a 500 de nuestra Era, y dan cuenta de los cambios en los patrones funerarios de los antiguos habitantes, al pasar de las tumbas de tiro a las de caja. “Es algo muy importante porque refiere al momento en que las culturas de Occidente empiezan a integrarse a las del Bajío y del valle de México”, expuso.

Con relación a los grupos asentados en El Teúl, Peter Jiménez dijo que el último fue el de los caxcanes.

“Fue un grupo que al entrar en rebelión contra los conquistadores durante la Guerra del Mixtón, en 1541, fueron vencidos por el ejército enviado por el virrey Antonio de Mendoza. Hasta ahora no hemos dado con un buen contexto arqueológico que nos ayude a conocer cómo eran los caxcanes, cómo era su cerámica, algo más de su cultura”.

Añadió que lo que se sabe, por historiadores como Wigberto Jiménez Moreno, es que el cerro de El Teúl era un centro religioso, una especie de meca, de enorme extensión territorial, al que cada año acudían desde la costa del Pacífico diversos grupos con ofrendas.

Acotó que no existen todavía elementos que les permitan identificar quiénes ocuparon el sitio antes de los caxcanes.

“Estamos haciendo excavaciones para comenzar a fechar los distintos conjuntos arquitectónicos y conocer a detalle la cronología del sitio, lo que también nos podría arrojar datos de los asentamientos previos”, adujo.

“El Teúl fue habitado durante mil 800 años, es decir, tuvo tres veces más ocupación que los sitios La Quemada y Alta Vista, también en Zacatecas, que tuvieron seis siglos de ocupación”, especificó.

Para la próxima temporada de exploraciones, Jiménez adelantó que la prioridad será la investigación de tumbas de tiro y el horno de fundición.

“Tenemos toda la fábrica enterrada, vamos a bajar para ver cómo están los restos asociados al horno, las áreas de molienda y ver qué otros vestigios hay de la zona industrial antigua”, reveló.

“Además se explorará otra porción del Juego de Pelota y los alrededores de las dos pirámides para hacer la propuesta de restauración y conservación de estos conjuntos en 2011. Vamos a buscar microcontextos que nos den más información sobre el uso de los edificios. Empezaremos en un mes y trabajaremos durante un año continuo”, señaló.

Finalmente, mencionó que el área total del sitio abarca 150 hectáreas, aunque las excavaciones se están concentrando en un área de cinco a seis hectáreas. Este sitio arqueológico está previsto para abrirse a la visita pública en un par de años. (Con información de Notimex/JJJ)

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