Nacional

El corrido del «artillero de la Revolución»: Felipe Ángeles

Por domingo 13 de junio de 2010 Sin Comentarios

Por Mario Arturo Ramos*

“En el Cerro de las Moras Ángeles fue capturado… “
“Corrido de Felipe Ángeles”

Conmemoramos el siglo de la Revolución Maderista, cien años del México Contemporáneo.

Jesús Silva Herzog explica: “puede asegurarse que la causa fundamental de este gran movimiento social que transformó la organización del país en todos o casi todos sus variados aspectos, fue la existencia de enormes haciendas en poder de unas cuantas personas de mentalidad conservadora o reaccionara.”-1- La etapa no se entiende sin sus personajes. Las celebraciones nos permiten cantar, contar, recordar, anali­zar, entender a las mujeres y hombres que hicieron su historia.

“…le hacen Consejo de guerra y a Chihuahua consignado.”

El 26 de noviembre de 1919, en la capital del Edo de Chi­huahua, un pelotón acabó con la vida del soldado-ciudadano, Felipe Ángeles. Militar, originario de Zacualtipán, Hidalgo, que llegó al mundo el 13 de junio de 1869. Aquel día las ba­las cortaron la trayectoria de una de las figuras de la época revolucionaria. Ángeles comenzó su carrera militar a los 14 años, cuando ingresó al Colegio Militar de Chapultepec; en esta institución destacó como alumno y como maestro de balística y matemáticas. Al inicio del siglo XX, el porfirismo le encargó distintas comisiones en EE.UU y Francia, otor­gándole a su regreso el grado de coronel y reconocimiento como uno de los oficiales mejor preparados en artillería. Al triunfo del maderismo se le encargó la Dirección del Colegio Militar, siendo ascendido a general brigadier. Más tarde fue nombrado comandante del Ejercito Federal contra la rebe­lión zapatista; en la campaña no solo combatió a los rebeldes sino también entró en contacto con su base social, obtenien­do como resultado entenderlos. Felipe escribió en: Genovevo de la O:”Ahora pregunto yo: ¿tiene derecho la sociedad que ampara los despojos que hacen los privilegiados contra los pueblos de los desheredados, tiene derecho esa sociedad a reprochar a Genovevo de la O que haga una guerra sin cuartel a sus verdugos y que caiga a medianoche sobre un campa­mento de soldados embrutecidos por el alcohol y los sacrifi­que? ¡No tiene derecho la sociedad!”

“En el Teatro de los Héroes (Chihuahua) se celebró aquel jurado…”

En el golpe contra Madero fue hecho prisionero, por el prestigio que tenía los traidores solo lo desterraron con el pretexto de una “comisión militar”. La lucha contra el usurpa­dor lo hizo regresar al país para unirse a la Revolución, entre­vistándose con Venustiano Carranza, en Sonora, siendo nom­brado subsecretario de guerra. Las diferencias ideológicas con los líderes carrancistas fueron álgidas, ya que los acusaba de no apegarse al sentido legalista y democrático; por su par­te los allegados a Venustiano lo veían con recelo. La hostilidad lo obligó a tender puentes con la División del Nor­te, siendo invitado como jefe de artillería. Con este encargo participó en los triunfos de Torreón, Zacatecas, San Pedro de las Colonias, Ramos Arizpe, etc. sobre los huertistas. La derro­ta de los golpistas apresuró la ruptura entre Carranza y Villa, tomando Ángeles partido por este último y, manifestando sus convicciones en escritos y discursos donde quedó manifiesto su otra pasión: las letras.

“sentenciando al general a que fuera fusilado.”

Después de las derrotas de la Convención de Aguascalien­tes y del “El centauro del Norte” en Celaya y León, Gto., las nuevas condiciones lo obligaron a refugiarse en las ciudades del Paso Tex. y Nueva York dedicándose a organizar junto con contrarios al” Varón de Cuatro Ciénagas” -José María Mayto­rena, Roque González Garza , Antonio I Villarreal, entre otros-la Alianza Liberal Mexicana, junto a esta actividad política escribió manifiestos y ensayos donde dejó clara su visión de que:” El liberalismo es cosa del pasado que debe ser sustitui­do por la nueva libertad, por el nuevo anhelo” En diciembre de 1918, en los Ángeles Ca. La Alianza publicó un manifiesto donde retomaban la vía armada como una medida de acabar con la”ambición despótica del régimen constitucionalista, producto de la mezcla confusa de la justa reivindicación y el instintito de rapiña”. El 11 de diciembre de 1918 cruzó el rio Bravo para integrarse al Ejercito Villista, Las cohesión con Vi­lla pronto entró en crisis, el final se acercaba. Al año siguiente Ángeles con una docena de fieles se separó de Pancho para combatir errante por la inmensidad de Chihuahua.

Samuel M. Lozano cantó en su corrido Felipe Ángeles (al cual pertenecen los fragmentos citados): “Ángeles dijo a la escolta, / al salir de la prisión. / No me venden de los ojos/ quiero ver mi ejecución/. Apúntenme al corazón / no me de­muestren vileza/Que a los hombres como yo/ no se les da en la cabeza.” Lo aprendieron el 15 de noviembre, en su juicio expuso su ideario político, la justificación de sus actos guerre­ros por su compromiso con la justicia para los desposeídos, la legalidad sobre la corrupción; las múltiples contradicciones que asolaban la Revolución y que eran la causa de que devo­rara a sus hijos. Aquel 26 de noviembre al cumplir su cita con la muerte el “Artillero de la Revolución”, nació el Corrido de Felipe Ángeles.

1.- “Breve Historia de la revolución Mexicana”. J Silva Herzog. Editorial FCE 1960.
2.- “Genovevo de la O”. F. Ángeles Editorial SEP/CONASUPO 1979.

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